La Revolución de las Redes Neuronales

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Emiliano Pontoriero

 

Desde hace algunos años, los centros de investigación y desarrollo de las grandes compañías de software han estado trabajando en proyectos más o menos secretos para crear una nueva generación de aplicaciones, sistemas y servicios que utilicen la potencia combinada de los miles de ordenadores que poseen en sus masivos centros de datos.

Todos estos proyectos tienen una cosa en común, y se trata de la creación de una clase de inteligencia artificial capaz de imitar a los mecanismos humanos de aprendizaje. Las ideas teóricas en este campo se conocen desde hace décadas, pero no ha sido hasta estos últimos años en los que la tecnología de los procesadores ha empezado  a permitir que proyectos de este tipo puedan hacerse realidad. 

Las ideas teóricas en cuestión se llaman Redes Neuronales, y consisten básicamente en sistemas informáticos organizados en módulos individuales que procesan datos. Cada uno recibe datos, los procesa y luego transmite el resultado a otros módulos. Cada componente se comporta entonces como una especie de neurona, y las redes de conexiones que se forman entre ellas simulan al sistema nervioso de un ser vivo. En resumen, esta clase de tecnología busca imitar a la naturaleza y al funcionamiento del cerebro de los animales.

La principal característica de las redes neuronales consiste en que poseen la capacidad de aprender. En los sistemas tradicionales los programadores construyen lógicas para resolver problemas, organizar o procesar información, y es su tarea la de decirle al ordenador exactamente lo que debe hacer en cada caso y de qué manera. En contraposición a esto, en una red neuronal los programadores dotan al sistema de la capacidad de aprender para que sea el mismo sistema quien decida qué hacer en cada caso.

La capacidad de aprender de las redes neuronales  también implica que es necesario que haya alguien o algo que se encargue de enseñarles. Esto se conoce también como fase de aprendizaje, en el que los programadores, personal o sistemas especializados interactúan con la red neuronal para formarle, mostrándole ejemplos e indicándole características de cosas que debe memorizar y aprender, y cómo debe considerarse cada caso. En las redes neuronales más sofisticadas, luego de este período inicial de formación, el sistema luego seguirá formándose por sí solo, mejorando su conocimiento sobre la marcha en base a la experiencia que vaya adquiriendo por su funcionamiento.

Camino a la gran revolución

A continuación haré mención a dos de los proyectos de redes neuronales que tendrán impacto global en los próximos meses y que cambiarán la forma en la que las personas se relacionarán  entre ellas y con su entorno.

El primero se llama Skype Translator y se trata básicamente de un traductor simultáneo para conversaciones por webcam utilizando Skype. Este traductor traducirá automáticamente nuestra voz para que nuestro interlocutor pueda escucharnos en su propio idioma, y a su vez nosotros podamos escuchar en nuestro idioma al interlocutor cuando nos hable.

Durante años los traductores automáticos han estado ofreciendo traducciones de no muy buena calidad, y la razón principal de esto es que en los lenguajes humanos una palabra puede significar muchas cosas y muchas palabras pueden significar lo mismo...y por otra parte, todo se ve alterado por el contexto.

Para resolver este problema es por lo que Skype Translator ha sido desarrollado sobre una red neuronal a la que se le ha estado enseñando por años los idiomas más utilizados en el mundo y dejando que aprenda por sí sola la relación entre conceptos. El resultado ha sido un sistema que aprende y mejora en cada traducción y que empezará a estar disponible para todo el mundo antes de fin de año.

El otro sistema que representará una revolución es el llamado Proyecto Adán de Microsoft Research, focalizado por el momento en el reconocimiento de imágenes. Se trata de un sistema que será capaz de ver fotos y analizarlas como si fuera un humano con el conocimiento combinado de la mayoría de fuentes de información disponibles. No será un sistema que puedan utilizar directamente las personas, sino que será una plataforma sobre la que se basarán miles de aplicaciones futuras.

Esto permitirá que próximamente desde nuestros móviles y utilizando sus cámaras podamos tener aplicaciones para cosas como por ejemplo: saber la raza de un perro, o saber cómo se llama cualquier animal o planta en el planeta, saber dónde se puede comprar y cuánto cuesta ropa o zapatos que lleve alguien por la calle, tener información sobre nuestra salud o la de nuestras mascotas, conocer la naturaleza de alguna lesión que tengamos en la piel, obtener información nutricional sobre la comida que hemos pedido en un restaurante,  poder orientarnos dentro de aeropuertos o grandes superficies...y la lista de aplicaciones podría ser interminable.

Todas estas cosas empezarán lentamente a hacerse realidad en los próximos meses y con más intensidad a partir del próximo año. La revolución de las redes neuronales está comenzando y desde Davinchi nos uniremos a estas tecnologías para dar el próximo gran paso, combinando todas las futuras posibilidades con nuestros nuevos desarrollos.

Hasta el próximo post.

 

 

Grupo Finsi | NM formación y consultoría | Davinchi