Personalidades tóxicas

Chismosos, envidiosos, autoritarios, sociópatas, orgullosos, mediocres, en fin, gente tóxica...

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Nuria Fernández López

Que existen personas que ejercen una influencia negativa sobre su entorno es algo evidente y al alcance de la realidad de cada uno. Las personas tóxicas son aquellas que están cargadas de negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de reconocimiento, aprobación. Son personas que nos hacen sentir mal por hechos y circunstancias que muchas veces nada tienen que ver con nosotros, que nos usan y manipulan para conseguir objetivos personales. Y aunque resulte a veces increíble, en muchas ocasiones no somos conscientes de su toxicidad.

Se pueden hacer muchos tipos de clasificaciones de personalidades tóxicas atendiendo a criterios diversos, pero como por alguno hay que decantarse, a continuación recogemos algunos de estos tipos de personalidades a fin de identificar algunas de las características que los definen, que nos permitan poner límites y estrategias de por medio para no salir maltrechos.

El envidioso

Le caracteriza el hecho de intentar envenenar a otros con sus palabras y sus malos pensamientos. Su estrategia es el boicot, ya que se pasan la vida deseando aquello que los demás tienen o consiguen.

A este perfil de personas se la identifica fácil, lo importante es saber alejarnos de ellos, no dejar que nos influyan con sus pensamientos tóxicos, si somos los afectados, tenemos que intentar ignorarlos,  y si lo que buscan es convertimos en un aliado, no debemos dejar que guíen nuestros pensamientos.

El autoritario

Suelen ser personas inseguras de sí mismas que incitan miedo a las personas que están bajo su control o influencia para evidenciar el poder que tienen. Humillan, amenazan y disfrutan imponiendo su voluntad. Utilizan el sometimiento como estrategia de control prioritaria. 

Escapar de las redes de un perfil autoritario no resulta fácil ya que pueden existir vinculaciones fuertes de tipo profesional, familiar, amistad, etc. En estas ocasiones lo más recomendable es intentar buscar apoyo en nuestro entorno, personal o profesional, y en caso de que sea fácil romper la vinculación hacerlo cuanto antes.

El manipulador

Este tipo de perfil no suele ser fácil de detectar, puede pasar desapercibido durante mucho tiempo sin ser descubierto. Se muestran amables y complacientes. Tienen una gran capacidad para empatizar con lo que confunden a su entorno. Con este tipo de personas es importante tener cuidado con lo que comentamos, opinamos o confesamos  porque es muy posible que le den la vuelta. Suelen sentirse atacados y a través de sus manipulaciones consiguen que los demás acaben siéndose culpables. En muchos casos consiguen que aunque sepamos que no tiene razón, acabemos controlando lo que decimos y hacemos para evitar situaciones difíciles. No suelen ser muy sinceros y utilizan con frecuencia la mentira y la ocultación para provocar en el otro el sentimiento que desean. Es importante en estos casos demostrarles que no vamos a dejarnos atrapar en su telaraña de chantaje emocional, teniendo claro que la mayor parte de sus acusaciones van dirigidas a conseguir generar un sentimiento de culpabilidad que nos deja a sus pies. Es muy posible que cuando se den cuenta de que no pueden manejarnos, tengamos que oír toda clase de acusaciones a cerca de nuestra falta de sensibilidad y nuestros malos sentimientos por no hacer caso a sus presiones.

El pesimista

Son personas a las que todo les afecta, se rinden con facilidad, son especialistas en ver el lado negativo de cualquier acontecimiento. Se muestran como víctimas indefensas ante el mundo. Continuamente están quejándose de su pasado, presente y futuro.

Este tipo de perfil acaba produciendo un agotamiento en su entorno ante su continua tónica de negatividad. Por lo general aunque se les intente demostrar que existe otra cara en la forma en que ven y analizan su entorno, se perpetúan en su planteamiento negativo. Suelen acabar provocando que los demás eviten la relación con ellos ya que resulta muy desalentadora. Lo más recomendable es no desistir en nuestro intento de demostrar que vemos la realidad desde otra dimensión, si es posible, evitar el contacto con este tipo de perfil, y en los casos en que la cercanía no nos permita  la desvinculación, puede ser necesario sugerirles la búsqueda de ayuda externa.

 

Con estos perfiles nos quedamos en el día de hoy, la próxima semana analizaremos alguno más....

Cualquiera de estas personalidades tóxicas contamina a los que tienen a su alrededor. Darnos cuenta de con quién nos relacionamos es importante para preservar nuestra salud psicológica. Tarea en muchos casos bastante complicada ya que hay que añadir también nuestro propio perfil personal, y es hasta posible que seamos alguna de esas personalidades...

 

 

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