¿Hay vida (laboral) después de los 45?

"Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia". (Sir Francis Bacon) 

 

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Patricia Lanza

 

La película "El becario" cuenta la historia de un hombre de 70 años que, aburrido de su vida de jubilado, decide presentarse a una oferta de trabajo como "becario senior". Más allá de las anécdotas más o menos cómicas que la situación puede generar, la película pone de manifiesto una de las situaciones más preocupantes del mercado laboral actual: la discriminación por edad. Si bien otro tipo de discriminaciones pueden estar más o menos superadas (pero al menos están en el punto de mira), la discriminación por edad parece la gran olvidada cuando, a mi modo de ver, va a generar grandes problemas económicos, sociales y emocionales en breve (si es que no los estamos sufriendo ya). Y es que, a fin de cuentas, si todo va bien, todos vamos a llegar a esa edad o hemos llegado ya. Aquí no hay quien se salve.

Que la crisis haya empeorado el tema es evidente pero, ¿cómo puede afrontar una persona el hecho de haber perdido el trabajo a los 45 y quedar totalmente relegada del mercado laboral porque supuestamente es muy mayor?

Según un informe de Adecco, el número de mayores de 45 en paro alcanza casi los 2 millones y la oferta de empleo que se dirige a ellos representa sólo el 6.6% del volumen total.

El cálculo es sencillo: a los 45 años llevas unos 20 años trabajados, pero te quedan otros 20 de vida laboral. Con una población envejeciendo progresivamente por el aumento de la esperanza de vida: ¿qué futuro nos espera si a mitad de tu vida laboral quedas excluido de reincorporarte a ella?

Pero, ¿cuál es el problema? Los principales motivos por los que hay tanta reticencia a contratar a mayores de 45 son, principalmente...

  • Que van a suponer más coste porque tienen más experiencia.

La pregunta en este caso es: ¿cuánto cuesta tener una persona con menos conocimientos en el puesto? Calcula el incremento de tiempo para realizar una tarea que no sabe hacer, las dudas, el tiempo de aprendizaje, los errores, la imagen que se da a los clientes...

  • Que no son capaces de adaptarse a los requerimientos del mercado.

Como hemos visto ya en otros posts, la capacidad de aprendizaje no se limita con los años. Evidentemente, un nativo digital tendrá más facilidad para utilizar las nuevas tecnologías, nadie lo duda, pero tendrá que aprender muchas otras cosas (habilidades de atención al cliente, negociación, liderazgo...) que llevan más tiempo y son más complejas que lo que le va a suponer a alguien con más edad aprender un programa informático nuevo. Adquirir conocimientos técnicos puede llevar tiempo, pero hay cosas que sólo las da la experiencia.

  • Que tienen menos flexibilidad.

Sí, con los años nos hacemos más rígidos, nadie lo duda. Pero mucha de la rigidez viene de "fábrica", así que habrá personas "cuadriculadas" con 20 años y otras que con 60 serán más flexibles. Y personalmente creo que con los años se pierde arrogancia y se va a sumiendo que hay mucho por aprender. La madurez va limando otros posibles defectos

  • Que no van a llevar bien tener jefes más jóvenes.

Lo fundamental para aceptar a un jefe es su capacidad de liderazgo y su competencia. Si tienes un jefe que cumple con creces esto, la edad va a ser lo de menos. Del mismo modo, el jefe incompetente o déspota va a ser rechazado tenga 20 ó 60 años.

En la película (no sin su buena dosis de sentimentalismo, eso sí) se muestra cómo una persona con 70 años puede aportar mucho más de lo que se cree, incluso en una empresa cuyo negocio se basa en las nuevas tecnologías. Porque lo fundamental es la experiencia, la motivación, las ganas de aprender, la actitud, la responsabilidad... y un montón de cosas más de las que sólo se dispone a partir de los 45.

 

 

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