La crítica, algunas motivaciones subyacentes, o... no tan subyacentes.

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Nuria Fernández López

Es del todo normal que cuando somos criticados nos sintamos avergonzados, enfadados, contrariados, frustrados, cuestionados, etc., y a pesar de que comprendamos que la crítica es un fenómeno universal, no por ello nos sentimos mejor.

De hecho, la crítica  puede generar un gran mal estar, al punto que un estudio reciente reveló que las experiencias de rechazo y  las críticas se procesan en la misma parte del cerebro encargada de procesar el dolor. 

No todas las críticas tienen un valor negativo, algunas hasta pueden tener un efecto positivo y ayudarnos en  la superación y el crecimiento.  Para diferenciar lo que es una crítica constructiva de una destructiva es importante comprender  "la motivación",  el interés que tienen las personas que realizan la crítica. 

En este sentido existen una gran variedad de motivaciones en el "criticador", comprender estas motivaciones resulta clave para saber manejar la situación.

  • Hay personas critican porque se sienten amenazados por alguna cualidad o competencia de los demás, y utilizan la crítica para anular o compensar a su favor esa diferencia. En muchas ocasiones estas personas se sienten inferiores, por lo que tienden a atacar al otro para intentar poner a los demás a su propio nivel.
  • Hay personas que se sienten con derecho a un trato o condición especial y creen que no lo están recibiendo, por tanto, utilizan la crítica como recurso para evidenciar que los demás les deben algo.
  • Hay personas a las que les gusta tener el control de las situaciones en todo momento y se sienten mal cuando creen que están perdiendo ese control. En estos casos, criticar les devuelve la sensación de control, ya que creen que si empequeñecen a los demás recuperarán las riendas de la situación.
  • Hay personas que quieren sacar provecho con respecto a algo y suelen vernos como un rival o competidor, en este caso lo más probable es que las críticas las lleven a cabo frente a un tercero para evidenciar sus competencias a expensas de degradar y menospreciar a los demás.
  • Hay personas que basándose en su conocimiento o experiencia piensan que nos están haciendo un favor diciéndonos las cosas "tal como son", en estos casos a la crítica suele fallarle la forma pero no la intención.
  • Hay personas que piensan que solo sus puntos de vista son válidos, por lo que critican a quien  piense diferente.
  • Hay personas que utilizan la crítica para obtener atención, ya que fallan en las habilidades emocionales, y no saben comunicarse de forma asertiva.
  • Hay personas que a través de la crítica buscan admiración y aprobación, critican a los demás para demostrar lo que saben y evidenciar que están por encima.
  • Hay personas que critican como una expresión del malestar por algo que hemos hecho o dicho, pero no se atreven a decirlo directamente.
  • Hay personas que a través de la crítica proyectan miedos e inseguridades, de hecho, cuando ven en los demás esta falta de miedo o inseguridad les provoca rechazo y da pie a la crítica.
  • Hay personas que utilizan la crítica por animadversión con la intención de hacer daño, la crítica en una herramienta de humillación.
  • Hay personas que por sus características personales necesitan sentirse por encima de los demás, y para lograrlo, utilizan la crítica como instrumento de degradación.
  • Hay personas que pueden mal interpretar nuestras palabras o intenciones y entender que les hemos agraviado y por tanto utilizan la crítica como contraataque.
  • Hay personas que simplemente critican por envida, critican cualidades que admiran.

 Estas son sólo algunas de las motivaciones que subyacen a las críticas, es claro, que habrá muchas más. Lo que interesa es comprender que la respuesta a la crítica dependerá en gran medida de los motivos que la originan.  Hay casos en los que lo mejor es pasarlas por alto,  y  no darse por aludidos, ya que responder a la crítica  "complicará más la situación". En otros casos si es importante escuchar la crítica para intentar averiguar qué motivación emocional subyace y dar respuesta la misma. Cuando se trate de una crítica en público, lo mejor es que no caer en la contra crítica, sino centrarnos en desmontar lo que la otra persona hay dicho, una respuesta tranquila, escueta e inteligente es suficiente para desmantelar cualquier crítica. 

 

 

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