La paradoja de la elección

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Patricia Lanza

 

Aún estamos inmersos en esta vorágine navideña que antiguamente comenzaba el día 22, con la lotería, pero que poco a poco se ha ido adelantando. Unas fechas en las que el impulso consumista se incrementa un poco más de lo habitual. Alentados por el Black Friday, el Cyber Monday y la propia Navidad, los centros comerciales, las calles y ahora también el tráfico en la red, se llenan a rebosar de personas en busca de posibles chollos o, al menos, de cubrir el expediente con la infinidad de regalos que es necesario hacer. Y, desde luego, no podemos decir que la oferta sea precisamente escasa. Pasadas las Navidades, vienen los cambios de regalos y las rebajas, que hacen que el poco presupuesto y tiempo que queda se invierta de nuevo en la búsqueda de chollos.

Pero no es oro todo lo que reluce. El exceso de opciones, aunque pueda parecer paradójico, no fomenta el consumo. Por el contrario, la persona que se enfrenta a tantas posibilidades se siente bloqueada por el miedo a equivocarse en su elección y la posibilidad de estar perdiéndose "la mejor opción".

Nos pasa en todos los ámbitos: las compras, la música, las películas, los libros... hasta la posibilidad de encontrar pareja por internet se está complicando con los miles de posibilidades que nos dan las páginas web. Antiguamente, el número de candidatos para una posible relación estaba limitado por las personas con las que te relacionabas y que te podían presentar a otros y los ámbitos en los que te movías donde podías conocer a alguien. Pero ahora cualquiera tiene tantas opciones sin moverse de su casa que... ¿cómo estar seguros de que la persona que elegimos es la más adecuada? Quizás, visitando 100 perfiles más encontraríamos a alguien mejor. ¿Cuándo paramos de buscar? ¿Cómo nos aseguramos de no equivocarnos?

El proceso se convierte en una búsqueda interminable, siempre con la sombra de la duda acechándonos. Es lo que se conoce como la "sobrecarga de elección". La consecuencia: nos bloqueamos, no somos capaces de tomar una decisión o, si lo hacemos, no paramos de cambiar de opción, sintiéndonos siempre frustrados en el proceso.

Es más que probable que hayas vivido esta experiencia en más de una ocasión: te pones a buscar algo por Internet (un producto, un viaje, un curso...) y te sientes tan agobiado por las miles de opciones que has encontrado que al final acabas cerrando el ordenador sin hacer ninguna elección.

Algunas empresas se han dado cuenta del atolladero en el que han metido a sus clientes y les ayudan a escoger "simplificando" la elección. No se trata tanto de limitar las opciones, sino de filtrar lo que le llega a un cliente o darle claves para elegir aquello que más se ajusta a lo que puede necesitar o desear. Por ejemplo, los algoritmos que usan páginas como Amazon, Spotify o Netflix, filtran aquellos productos o servicios que se adaptan mejor a los gustos del cliente en función de sus experiencias previas o la de usuarios con perfiles similares.

Pero más allá de lo que hagan las empresas, nosotros, como consumidores, si queremos evitar vernos en semejante situación, debemos tener claro antes de iniciar la búsqueda qué es exactamente lo que demandamos, definir los criterios de elección y no dejarnos impresionar por las ofertas y opciones que superan, con mucho, lo que realmente necesitamos o vamos a utilizar.

Todo con el fin de no caer en la situación que tan bien se muestra en la canción "Nothing's enough" de Peter Cincotti. Un buen ejemplo de lo que nos pasa cuando nos metemos en esta espiral de querer siempre más y sentir que siempre habrá algo mejor.

 

 

NOTHING'S ENOUGH

 

They got a pound of meat in a box of plastic
Of beef pumped up the stretched like elastic
Candy bars sayin', "You can win a prize
But only if you buy the king size"

I'm fillin' my cup
With all I wan pour
Give me everything you got
Then give me some more

'Cause nothing's enough
Nothing's enough
Nothing's enough

I'm on my Blackberry while I'm runnin'
On the treadmill
On my Bluetooth talkin' tryin' to keep
My head still
Got the TV on flippin' through the
Channel's browsin'
Why stay on one when you got two thousand?

You never know what
The next channel will bring
So I'll flip through 'em all
And not watch a thing

'Cause nothing's enough
Nothing's enough
Nothing's enough


And the waters will rise up one day
And drown our insatiable ways
For a long, long time

But how can we keep down the tide
When our instincts inside
Say, "Why draw the line?"

And now I'm lying here underneath the covers
Trying to figure out what love is
Got the girl of my dreams and feel lucky I
Met her
But I can't help lookin' for someone better

Where does it go?
When does it stop?
Is it good?
Or is it not?

When nothing's enough
Nothing's enough

Nothing's enough
Nothing's enough
Nothing's enough
Nothing's enough
Nothing's enough

 

 

 

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