Desconexión digital: un derecho y un deber

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Patricia Lanza

 

Todos los años, en estas fechas, recordamos la importancia de la desconexión digital. Ser capaces de aprovechar algunos días para dejar el ordenador, el teléfono o cualquier cosa que nos recuerde al trabajo y despejar mente y cuerpo es muy importante, más en estos tiempos de teletrabajo, cuando los límites entre la vida personal y laboral se han desdibujado mucho.

La Legislación española se ha hecho eco de la importancia de la desconexión digital incluyéndola en dos de sus textos principales: la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LGPDGDD) y el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.

En ambos, se reconoce el derecho de los trabajadores a poder disfrutar de su tiempo de descanso y a preservar su intimidad en el uso de los dispositivos digitales. Todo esto con el fin de mejorar la conciliación familiar y laboral, favorecer la ordenación del tiempo de trabajo y velar por la seguridad y salud de los trabajadores, incidiendo sobre los riesgos laborales a los que se exponen por la creciente digitalización.

Esta claro que el creciente uso de la tecnología y los medios digitales es una necesidad básica tanto en el entorno personal como (y, sobre todo) en el laboral, pero hacer un uso inadecuada de la misma, puede traer graves consecuencias.

Aquí te damos algunas claves para ejercer tu derecho a la desconexión digital con la tranquilidad de tener todo bajo control:

  • Conoce la política de desconexión de tu empresa: es posible que haya algunas situaciones de excepción o que se te pidan alguna acción como, por ejemplo, que dejes un aviso automático de respuesta en el correo electrónico indicando a las personas que te escriban el plazo en el que vas a estar fuera y con quién se deben poner en contacto para lo que necesiten en ese tiempo.
  • Lleva a cabo una buena gestión del tiempo y de los objetivos antes de irte: trata de tener todo lo necesario finalizado para poder desconectar sin preocupaciones y sin dejar "marrones" a otros en tu ausencia.
  • Asegúrate de que alguien puede cubrirte y, si no es posible, que al menos hay una forma poco disruptiva de que se pongan en contacto contigo si hay una emergencia.
  • Vuelve a lo analógico en lo posible: si puedes, deja por un tiempo los dispositivos digitales y recupera los mapas y libros en papel, el despertador tradicional... Si no tienes todos esos dispositivos cerca, evitarás la tentación de usarlos.
  • Utiliza la propia tecnología para desconectar: las aplicaciones de bienestar digital que limitan los tiempos y momentos para usar los dispositivos, las respuestas automáticas y de envío planificado, la desactivación de notificaciones, etc., pueden ser una gran ayuda para tu desconexión.
  • Disfruta de cada momento de esas actividades que normalmente no puedes realizar o a las que no pueden dedicar tanto tiempo. Practica "el aquí y el ahora" centrándote en lo que estás haciendo para desconectar.

 

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