Leer, escribir, sumar, restar, programar

Leyendo la prensa diaria encuentro una noticia que capta mi atención: aumenta el número de países que enseña a sus alumnos en edad escolar a escribir código.

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David Fernández

Desde Estados Unidos, Bill Gates, fundador de Microsoft, y Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, apoyan la iniciativa planteada por la fundación Code.org, que pretende introducir la programación en las escuelas norteamericanas, donde actualmente, este proyecto, solo se refleja en una de cada diez.

A pesar de que a Code.org le resulta una cantidad demasiado baja, es obvio que aún así, este porcentaje está a años luz de España, donde la proliferación de la banda ancha de Internet y la aparición progresiva de ordenadores, smartphones, tablets y demás dispositivos de acceso a la red de redes posibilitan que los niños naveguen sin parar por la Red, convirtiéndose en la primera generación nativa digital, pero que sigue sin saber desarrollar sus propias aplicaciones.

Y es que es curioso, porque aunque es cierto que nadie nace sabiendo, en cuanto al tema de los ordenadores, siempre se presupone que la gente que los utiliza para su trabajo tiene un gran conocimiento de ellos, aunque jamás hayan recibido formación sobre ello. A cualquiera de nosotros le parecería extraño que un operario de una retroexcavadora no hubiese recibido un curso sobre cómo manejar la máquina o incluso una persona que desee conducir un coche, deberá enfrentarse a un examen práctico y otro teórico que incluso contiene una pequeña parte de mecánica.

Ya que parece que las próximas generaciones tendrán que convivir con los ordenadores en su vida diaria y en muchos casos desarrollar su vida laboral a través de ellos, la mejor manera de facilitarles el proceso es comenzando su aprendizaje desde una edad temprana.

Y ya puestos en el tema, si de mayores se les va a pedir que tengan iniciativa y creatividad ¿por qué no añadir a las actividades de plástica y expresión artística otras nuevas que apoyen el desarrollo de otro tipo de creatividad y la mente lógica? ¿Por qué no formar a creadores y fomentar solo el desarrollo de meros consumidores?

Al fin y al cabo la educación primaria debe servir para dotar a los niños de los conocimientos y habilidades necesarios para su vida y su futuro profesional, y debemos lograr que sea una información útil de verdad.

Cómo dice el actor y humorista Enrique San Francisco en uno de sus monólogos más celebres, de manera cómica pero no sin cierta razón en el fondo: "¿para qué se tiran tres meses enseñándote a diseccionar una rana?... Hombre, ¡que te enseñen a pelar una gamba!"

Si la vida cambia, también debe cambiar el tipo de formación impartida, tanto a los adultos como en este caso a los niños que, como siempre se dice, serán nuestro futuro.

 

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