A cuenta del relaxing cup of café con leche

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José Luis Bueno Blanco

Desde la ironía. Qué semanita llevamos de WhatsApp a cuenta del "relaxing cup". No doy abasto con tanto chiste. Al estilo clásico o con ilustraciones, no paran de llegar al teléfono para después volverlos a reenviar a otras personas o grupos. Risas todas en torno al uso del inglés, o mejor dicho al mal uso. 

Ay que ver como somos. Qué sentido del ridículo tenemos. Hay que reconocer que con el discurso del sábado y el relaxing cup bajará nuestro nivel inglés, el de la mayoría. ¿Cómo puede ser? 

Visto el pitorreo que hay ante un discurso "nivel medio" ¡cualquiera se atreve a hablar en inglés! Es cierto que el primer impulso es hacer examen de conciencia y pensar "de este año no pasa el mejorar mi inglés". Ahora bien, ¡Yo no digo una frase en público! Menudo pitorreo. Vamos no se me ocurre. La mayoría de los que me han enviado chistes tienen un nivel medio o bajo de inglés y menudas risas que se echan cuando oyen hablar a alguien con su mismo nivel.

Así que he determinado que hasta que no hable bien inglés, no voy a hablar en inglés. 

Desde luego a quién se le ocurre hablar en inglés sin un buen acento, o sin una buena construcción gramatical. Y no te lo pierdas, el otro día estuve en una reunión con un cliente y mira lo que me pasó. Todas las personas, menos yo y un compañero eran ingleses. Después de lo de la relaxing cup me quise morir al pensar que la reunión tendría que ser en inglés. Pues con tan buena suerte que la reunión era en español. Todos ellos hablaron en español. Pues bien, alguno de ellos apenas hablaban español. Puff, menudo acento inglés que tenían, y no te digo nada de la forma de construir frases, traducían directamente. Incluso algunas palabras las decían en inglés directamente. Y aquí viene lo más sorprendente!!! Los demás ingleses asistente a la reunión no se reían de la persona. Increible. Estos ingleses no saben reirse de sí mismos ni de los demás, pensé yo.

Podrían haber elegido hablar en inglés en la reunión, porque además ellos eran los clientes. Y sin embargo, prefirieron hablar en español. Supongo que para mejorarlo. La verdad, tengo que reconocer, que no tenía tanta gracia como oir hablar mal inglés a un español. Quiero decir, que no sentía que estuvieran haciendo el ridículo, sino intentando aprender nuestra lengua. ¿Daremos nosotros esa impresión? A lo mejor, si un inglés nos escucha hablar inglés de manera no muy correcta, igual en lugar de reirse aprecia el hecho de que queramos aprender su idioma.

A veces escucho: "el problema de los españoles es que nos da vergüenza hablar inglés por el sentido del ridículo y así se hace difícil mejorarlo". Y pienso yo: "... como pa no!". 

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