El impacto de la primera impresión

¿Cómo seleccionamos, de entre la gente que nos rodea a nuestros amigos, socios, pareja, etc?

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Nuria Fernández López

¿Cómo diferenciamos a aquellas personas que nos atraen de aquellas que nos resultan indiferentes? Al parecer, gran parte de este proceso de diferenciación parece depender de la primera impresión.

Como siempre, el campo de la experimentación arroja resultados interesantes. En un experimento con universitarios que consistía en que se relacionaran durante  entre tres y diez minutos con un extraño, e imediatamente después estimaran la probabilidad de que acabasen convirtiéndose en buenos amigos, o sólo en meros conocidos, se puso de manifiesto que nueve semanas después las estimaciones predijeron con bastante  exactitud el curso de las relaciones futuras.

Según los neurociéntificos lo que hacemos en esas situaciones, es poner en marcha un conjunto de neuronas especiales (neuronas fusiformes) que lo que hacen es establecer conexiones entre las distintas partes del cerebro que controlan nuestra atención, pensamientos, emociones,  etc, lo que explicaria deste un punto de vista científico, la exactitud de las predicciones. 

Estas neuronas se caracterizan por su rapidez, lo que explicaria la velocidad con la que generamos una sensación de gusto o disgusto cuando conocemos a alguien. Cualquier encuentro interpersonal activa estos circuitos, generando este tipo de conclusiones de forma rápida.

En el primer encuentro con alguien estas neuronas esbozan un primer juicio a favor o en contra en cuestión de milisegundos.

 

Existen una serie de parámetros sobre los que se construye esta primera impresión: 

  • las características físicas
  • las características faciales, sonrisa
  • El apretón de manos
  • La postura
  • La forma de caminar
  • El "lenguaje" del cuerpo
  • El contacto visual
  • La confianza percibida
  • la vestimenta
  • el perfume
  • etc.

Esta primera impresión resulta vital para el futuro de cualquier relación interpersonal ya que, es esa primera impresión la que al mismo tiempo establece el esfuerzo que la persona está dispuesta a realizar para avanzar en su relación con el otro.

Como vemos, nuevamente la investigación arroja  luz sobre los procesos psicológicos que regulan las relaciones interpersonales desde los primeros momentos, que es cuando los protagonistas deciden si quieren profundizar en la relación con el otro, si no despierta mayor interés o si esa relación tiene alguna posibilidad de futuro. 

También los "microgestos", esos que se hacen con las cejas, la boca, la cabeza, etc.  proporcionan información que se procesa inconscientemente y ayudan a configurar la primera impresión.

El saludo, el contacto con la mano, la forma en que se invade nuestro espacio personal, los olores, el gesto del rostro, la expresión verbal, el tono de voz, etc. proporcionan datos que  activan circuitos neuronales, que a gran velocidad, procesan y analizan dicha información, y emiten una respuesta, antes incluso de que seamos conscientes de que toda esa información nos está llegando,  y de una manera casi sin saber porqué, se genera una sensación: la primera impresión.

Aunque parece que la "primera impresión" es una impronta que surge de la nada, ahora sabemos que son esos circuitos los que activan y  establecen conexiones entre partes del nuestro cerebro que almacenan información importante para nosotros y que en base a ella generan esa primera impresión.

A pesar de que podemos entender más o menos el mecanismo psicológico que motiva este fenómeno, no debemos perder de vista la importante repercusión que a nivel del futuro de una relación tiene este hecho.

Hay múltiples ejemplos donde ese momento es la clave, tal vez se os ocurren algunos para compartir......

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