La música está presente en nuestras vidas. En todas. Puede que varíe el estilo, el tipo de música, pero todos, invariablemente, amamos la música. Y una de las razones es porque tiene acceso directo a nuestras emociones. Nos hacen sentir, pensar y actuar. Reproducen en nosotros un amplio abanico de emociones y sentimientos. Suena la música y rescata de nuestro interior una emoción que es más difícil llegar a ella por otros caminos.

Hemos querido compartir con vosotros una serie de temas musicales que, además de la música, tienen un letra que refleja de manera magistral mucho de los conceptos, teorías, buenas prácticas, etc., que comentamos en nuestros post. Letras llenas de superación, de positivismo, de manejo de nuestras autoinstrucciones y de todo tipo de recursos para nuestro autodesarrollo, para alcanzar una mejor calidad de vida y un bienestar con nosotros mismos y con la vida.

Comenzamos con un clásico. ¿Cuántas veces se ha utilizado en una formación? Os cuento lo que a mí personalmente me sugiere esta letra.

Pues para mí la reflexión es que con frecuencia vivimos anclados en pasado y futuro, añorando lo que no pudo ser y esperando lo que vendrá, y mientras dejando pasar el presente que es lo que realmente construye nuestra vida. Este hecho que parece sin importancia condiciona absolutamente todas las decisiones que tomamos hoy, y lo que es más importante las actitudes con las que enfrentemos el día de hoy. Esperamos que algo o alguien venga y  cambie lo que no nos gusta, pero ese  cambio no depende de otros, depende únicamente de nosotros mismos.

Hay un montón de expresiones en el día a día en las que podemos ver el transfondo de lo que se plantea esta letra:

• Hoy no, mejor ya lo resolveré mañana...
• Uy, esto no, no depende de mí...
• No hay quien lo aguante, no se puede trabajar así...
• Si por mi parte no hay problema, pero es que los demás no me lo facilitan...
• Cuando las cosas cambien, yo ya actuaré de otro modo...

Por su puesto Serrat lo dice más poético.