Innovación y Tecnología no son sinónimos

Existe una situación muy habitual en la que utilizamos la tecnología, no para hacer las cosas de diferente manera, sino para hacerlas igual pero con un componente tecnológico. Esto no es innovar sino perpetuar la misma forma de hacer las cosas argumentando que las hemos modernizado y nos hemos adaptado a los nuevos tiempos.
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José Luis Bueno Blanco
Es posible que por el hecho de que las "Nuevas Tecnologías" sean Nuevas, demos por hecho que estamos Innovando cuando las incorporamos a nuestras vidas. Innovar es una acción, no un producto.

De hecho es una acción en un contexto determinado. Si evaluamos una acción o un producto extrayéndolo del contexto donde se ha creado, no tenemos los elementos necesarios para juzgar si ha habido innovación.

Por tanto, innovar puede ser acudir a una solución antigua que en una situación nueva ofrece un nuevo punto de vista y consigue un objetivo o unos resultados que de otra manera no se están consiguiendo.

La anécdota
En una ocasión me contaron una anécdota donde una organización llevó a cabo una innovación ofreciendo una solución que mejoraba su servicio, y a continuación, desarrolló una aplicación online específica para dar soporte a esa primera solución innovadora y demostró cómo el uso de la tecnología no aporta necesariamente ninguna innovación.

Esta organización es un colegio de ensenanza reglada. En el ano escolar existen 3 evaluaciones repartidas a lo largo de dicho ano. En esos momentos en el que tiene lugar la evaluación es cuando se les comunica a los padres las calificaciones de los alumnos, así como el comportamiento  de los mismos.

Puesto que pasa mucho tiempo entre evaluación y evaluación, los padres no pueden tener un feedback actual de sus hijos y por lo tanto no pueden reconducir su comportamiento hasta que no llega la evaluación, y en muchas ocasiones es demasiado tarde para modificar los resultados del hijo.

Al colegio se le ocurrió llevar a cabo una interevaluación. Entre una evaluación y otra, llevaban a cabo una nueva evaluación intermedia para acortar el periodo que los padres tenían que esperar para conocer el desempeno de los hijos.

Sin duda, esta medida fue innovadora puesto que ayudó a solventar un problema existente. De esta manera los padres podían mejorar los resultados de los hijos en la misma evaluación y no tener que esperar a la siguiente.

Poco después el colegio quiere sumarse a las nuevas tecnologías y seguir innovando. Encarga un desarrollo específico para que los datos de la interevaluación se completen a través de un pc y mediante una conexión remota. Así pues, los profesores, podrían cargar la interevaluación directamente en la aplicación desde la sala de profesores o desde su propia casa.

Puesto que ahora los profesores podían cargar los datos diariamente, los padres, podrían consultar diariamente la evolución de su hijo y tener un control y capacidad de intervención en tiempo real, de un día para otro. Los padres accederían a través de Internet igualmente y tendrían a su disposición toda la información.

Sin embargo, lo que se hacía era que se esperaba a la semana anterior de la interevaluación. Entonces se pedía a los profesores que rellenaran todos los datos del periodo de cada uno de los alumnos. Una vez que estaba todo, el coordinador los imprimía y se los entregaba a los alumnos para que se los llevaran a los padres.

Este es un ejemplo real de cómo la tecnología no es lo mismo que la innovación y de cómo se puede innovar sin usar tecnología.

Existe una situación muy habitual en la que utilizamos la tecnología, no para hacer las cosas de diferente manera, sino para hacerlas igual pero con un componente tecnológico. Esto no es innovar sino perpetuar la misma forma de hacer las cosas argumentando que las hemos modernizado y nos hemos adaptado a los nuevos tiempos.

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