La publicidad a pie de calle

El pasado mes de diciembre nació una experiencia pionera que a través de la creatividad trata de llamar la atención sobre las personas sin hogar.

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David Fernández

La publicidad ya está totalmente integrada en nuestras vidas, de tal modo que incluso puede ser que muchas veces no seamos capaces de identificarla a primera vista, pero detrás de cada anuncio de TV, prensa o radio, una aparición de un cantante ante los medios, una rueda de prensa de un político o el apoyo o patrocinio de un evento hay una intención de mejorar las ventas de un producto o simplemente la imagen de marca o de una persona.

Para todo ello, desarrollando cada estrategia habrá un equipo de expertos, que dependiendo de su ámbito podremos llamar redactores publicitarios, especialistas en marketing, community managers o asesores de imagen.

Todos cumplen una función similar y todos ellos parten también del mismo punto de inicio: el desarrollo de la creatividad.

Y cuando por medio de esa creatividad nos han vendido un nuevo refresco, nos han sugerido que cambiemos de marca de colonia o han logrado que tarareemos esa molesta cancioncilla de verano nos toca preguntarnos: ¿puede utilizarse la publicidad como vehículo para abrir debate en la sociedad y remover conciencias?

También tenemos algunos ejemplos de campañas de sensibilización que pretenden hacer de este mundo un lugar mejor y más justo que nos animan a colaborar con diferentes organizaciones como las Pastillas contra el dolor ajeno, de Médicos Sin Fronteras y en otros casos nos piden un cambio de actitud como en las campañas de seguridad vial de la DGT.

Uno de los proyectos más recientes de los que tengo noticia es el que han llevado a cabo un grupo de publicistas denominado TheFamily Business.

Convencidos de que la creatividad puede servir para mucho más que aumentar las ventas o crear una imagen de marca, este grupo de ex-alumnos de la Escuela de Creativos Complot, llevo a cabo la idea de modificar los mensajes que usan las personas que viven de la mendicidad, grabando después el efecto que tenían estos nuevos mensajes sobre la gente.

 

 

 

El proyecto pretendía abrir debate en la sociedad y lograr que se reflexione sobre una realidad que cada día obliga a más personas a vivir de las limosnas y aunque los propios responsables manifiestan que con este simple gesto no se podrá revertir la situación de estas personas si han conseguido al menos hacerles visibles para la gente que pasaba junto a ellos.

La iniciativa que partió como un acto local, logró gran repercusión a través de internet y las redes sociales y se llevo finalmente a cabo en varias ciudades del mundo: Madrid, Barcelona, Bilbao, París, Sao Paulo...

La experiencia ha sido recogida en la web: http://www.dreamingthesame.org/ donde podréis conocer algo más del proyecto y ver alguno de los vídeos subidos por los participantes.

 

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