Liderando un grupo de resolución de problemas

Trabajar en equipo es una metodología que tenemos interiorizada. La utilizamos y valoramos su eficiencia. Pocas cosas podemos hacer las personas sin el apoyo de otras "No hay problema que no podamos resolver juntos y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos" decía ya el Presidente Jhonson.

¿Y trabajar en equipo específicamente para la resolución de problemas?

Son muchas las empresas que generan estos equipos cuya misión es, siguiendo la metodología de análisis de problemas, generar soluciones y crecer en gestión del conocimiento. Son constituidos por profesionales de distintas disciplinas que buscan desde la sinergia, provocar revulsivos y encontrar las verdaderas causas de los problemas que faciliten la toma de decisiones.

Y cuando se  constituyen  estos grupos, su animador/a debe desempeñar un doble rol de gestión.

Por un lado debe atender al cumplimiento del proceso estándar de análisis y resolución de problemas que la empresa tenga definido según su sistema de calidad. Esta es la parte "técnica" de gestión.  Se aplican una serie de metodologías que permiten definir el problema, identificar y validar las causas que lo provocan, establecer planes de acción que minimicen estas causas y, finalmente, si el plan de acción ha tenido éxito convertirlo en un estándar de trabajo.

El otro aspecto del rol de animador/a se refiere a la parte humana del proceso. Independientemente del tipo de metodología de resolución de problemas ésta es utilizada  siempre por  personas. Personas que obtendrán el máximo provecho de las herramientas en la medida en que logren trabajar como un equipo, en las mejores condiciones de cohesión, compromiso y confianza mutua.

El animador/a debe hacer para que cada miembro del equipo utilice las herramientas en las mejores condiciones psicológicas posibles. Deberá ser hábil en comunicación, persuasión, creatividad, escucha e inteligencia emocional, saber templar y parar para luego sondear y hacer que se generen las ideas.

Cada equipo es una mezcla única de habilidades, cualidades y experiencias que le confieren una identidad propia y la experiencia nos habla de la fuerza que tiene que su animador/a sea competente tanto en tarea como en relación.

No es fácil pero es un reto en cualquier empresa y en épocas de crisis como la que vivimos un rol buscado y valorado. Equipos específicos que requieren de líderes especiales.