El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone demuestra cómo se puede convertir un grupo desestructurado en un equipo ganador.
A lo largo del tiempo, desde su más tierna infancia, hombres y mujeres han disfrutado escuchando historias. Historias fantásticas narradas por sus padres para hacerles dormir, de miedo alrededor de una fogata durante un campamento de verano o contadas a través de una novela o de una película.
De entre todas esas historias algunas de ellas han podido inspirarnos, por su carácter épico, por mostrarnos a un protagonista envuelto en una serie de aventuras donde realmente parecía casi imposible obtener la victoria.
Desde la batalla de 300 aguerridos espartanos ante un ejército claramente superior en número, la victoria de un humilde equipo de baloncesto de instituto en la película "Hoosiers", protagonizada por Gene Hackman hasta la aventura emprendida por Frodo, un pequeño y pacífico mediano en la novela de J.R.R. Tolkien, "El Señor de los anillos."
Estas historias nos hacen soñar, pensar en que ante una mala situación puede haber un futuro mejor y todas ellas tienen un factor en común, la figura de un líder, un nexo que sirve de unión para todo el grupo y que les trasmite los valores necesarios para emprender su reto: esfuerzo, compromiso, solidaridad, trabajo en equipo, humildad...
Este fin de semana pasado hemos sido testigos de uno de estos momentos cuando el Atlético de Madrid se coronó como campeón de la liga de fútbol.
La historia nos presenta un equipo que mucho atrás estuvo acostumbrado a ganar, pero una mala serie de decisiones encadenadas acabaron por desarmar a la institución y convirtió al antiguo campeón en un equipo que veía como desfilaban innumerables entrenadores y jugadores que resultaban insuficientes para devolver la gloria al equipo.
Llegaron entonces los peores años, el descenso a segunda división, la intervención judicial... Después del retorno a la élite llegó una época de luces y sombras que a pesar de llevar a la vitrina del club algunos trofeos a ojos de muchos representaba un poco de pan para hoy, pero hambre para mañana.
El equipo no parecía llevar buen camino y a finales de 2011 la directiva del club decide dar un golpe de efecto y confiar la dirección al equipo a un antiguo jugador e ídolo del club: Diego Pablo "el Cholo" Simeone.
El resto ya es historia, y sería muy sencillo valorar su trabajo por la cantidad de partidos ganados y títulos conquistados ante rivales que sobre el papel partían como favoritos con unas diferencias abismales en los presupuestos de unos y otros.
El verdadero valor como líder de Simeone uno lo observa cuando ve un partido cualquiera de sus jugadores y si uno no es un gran aficionado al fútbol solo debe escuchar lo que los expertos y periodistas hablan de él.
Con una filosofía tan sencilla como conocida por todos: "Partido a partido" ha demostrado como desde el esfuerzo, el trabajo y el compromiso se puede llegar al nivel de los mejores y vencerlos en su terreno.
A finales del año pasado incluso la RAE se hizo eco de la relevancia del Cholo Simeone como personaje mediático y ejemplo de liderazgo y estuvo a punto de incluir el término "cholismo" como acepción de "manera de el Cholo de concebir su fútbol" o el "modo de imprimir del Cholo carácter ganador a sus jugadores". De momento solo lo considera legítimo la Fundación del Español Urgente (Fundeu), pero todo se andará...
El próximo sábado tendrá una nueva prueba de fuego, quizás la mayor a la que se haya enfrentado y que mejor manera de encararla que mediante el Cholismo, que en palabras de su creador es el "partido a partido", el "siempre hay que creer", el "sólo hago lo que me dice el campo", el "yo voy a muerte con mis jugadores", el "si me das 20 minutos buenos, mañana tendrás media hora", el "aquí el esfuerzo no se negocia", el "este equipo es un bloque y nuestra fuerza reside en eso". En definitiva, una serie de frases que se hacen eco de su propia filosofía.
¿Y cómo nos puede influir este ejemplo en nuestro trabajo, en nuestro día a día?
Se puede definir con una de las frases que Simeone compartió con todos los presentes que celebraban el título obtenido: "Una cosa os quiero decir. Esto no es solamente una Liga, muchachos, mujeres... Es mucho más importante lo que transmite este triunfo: si se cree y se trabaja, se puede. Arriba todos".