Se ofrecen abrazos profesionales. Tarifas entre 80 y 400 dólares. Y no, no se trata de un anuncio de contactos ni de una forma de prostitución velada. Es lo que ofrece una empresa americana: The Snuggle Buddies (thesnugglebuddies.com).
¿Qué ofrecen? Sólo abrazos. Sin más contacto físico. Siempre vestidos. Y se exige higiene.
¿De locos? Quizás no tanto.
La oxitocina es una hormona que está implicada tanto en la conducta sexual como en la respuesta maternal/paternal. Es básica para que se inicie el parto y durante la fase de lactancia. Pero también se ha visto que es fundamental en las relaciones sociales. Funciona como neurotransmisor básico para la generosidad y la compasión, y es imprescindible para desarrollar empatía. Tanto es así, que se está estudiando su papel en la génesis del autismo.
Paul Zak, profesor de pionero de la denominada Neuroeconomía, llevó a cabo un estudio que demostraba la relación existente entre los niveles de oxitocina y el sentimiento de confianza y la generosidad hacia otros.
En este experimento, los participantes debían someterse a largas sesiones de tests en las que incluso se les realizaban análisis de sangre, supuestamente todo para analizar su nivel de memoria y precisión cognitiva. A cambio recibirían 10 euros. Lo curioso del asunto era que tras un largo tiempo realizando tareas, antes de comenzar una supuesta segunda parte del experimento, los participantes recibían un mensaje en que se les decía algo como: "¿Quieres reasignar parte de los 10 euros ganados a otros participante? La cantidad que regales se multiplicará por 3 en su cuenta". Regalar el dinero no parece la opción que más gente elegiría. Poco después recibían otro mensaje que decía: "Una persona te ha enviado X dinero. ¿Quieres quedarte con todo o prefieres devolverle parte en compensación?".
Increíblemente, el 90% de las personas que recibieron el primer mensaje donaron parte de sus ganancias y la cifra subía hasta el 95% en el caso del segundo mensaje.
Los registros de oxitocina de los voluntarios revelaron que cuanto más dinero recibía una persona, más oxitocina generaba y cuanta más oxitocina tenía en sangre, más dinero devolvía.
El equipo de Zak realizó otro experimento similar. Esta vez sólo con hombres para evitar las fluctuaciones que se producen en el nivel de esta hormona en las mujeres por el ciclo menstrual. En este caso se inoculaba esta sustancia mediante inhaladores. El resultado volvió a avalar que a mayores niveles de oxitocina, más confianza y generosidad mostraban los participantes. Y cuanta más confianza se siente, más oxitocina se genera.
Un bonito círculo vicioso que indudablemente vendría muy bien estimular en estos tiempos.
Y otra buena noticia: existen diversos modos de que nuestro cerebro genere oxitocina. Uno de esos métodos es fácil, asequible y, habitualmente gratuito: los abrazos. Ese simple contacto físico que muchas veces menospreciamos tiene, como señala la página de Snuggle Buddies, efectos tan beneficiosos como:
Grandes y variados efectos que ya quisieran para sí muchos medicamentos, sin efectos secundarios y, casi siempre, gratis.