Una de mis series favoritas es The office (la versión americana, porque la británica no he llegado a verla). Esta serie narra, en forma de falso documental, las aventuras y desventuras (más de estas últimas) de los trabajadores de una sucursal de la empresa papelera Dunder Mifflin en Scranton, Pensilvania.
Para empezar he de aclarar que aunque me parece una serie brillante, también es cierto que el humor que tiene puede resultar un poco "chocante" (por denominarlo de algún modo) al principio. De hecho, a mí me costó 3 ó 4 veces ver el primer capítulo. Y sé positivamente que esto le ha pasado a más personas. Pero también es cierto que todos los que hemos persistido en el intento hemos acabado enganchados.
Y es que aunque inicialmente todo parece surrealista y forzado, en poco tiempo empiezas a ver que los personajes no se diferencian tanto de cualquiera de tus compañeros, jefes, proveedores... Más exagerado y con mucho humor, pero en el fondo, basado en la realidad cotidiana. Como corresponde a cualquier buena sátira de la sociedad en general y del entorno laboral en concreto.
A lo largo de sus 9 temporadas, aunque aparecen y desaparecen algunos personajes, la mayoría de ellos se mantiene, por lo que podemos ver cómo evolucionan, cómo mutan las relaciones, cómo cambian sus objetivos, prioridades y sueños... En definitiva, lo mismo que podríamos ver en nuestro propio puesto de trabajo.
En el último capítulo (por motivos que no voy a revelar para no destripar la serie a nadie a quien le pueda estar picando la curiosidad) los principales personajes que fueron apareciendo a lo largo de toda la serie se reúnen y, con un tinte un poco más serio de lo habitual, llevan a cabo algunas reflexiones sobre su vida y lo que supone el trabajo, las relaciones entre compañeros, la jubilación...
Por suerte o por desgracia, la gran mayoría de nosotros pasamos en el trabajo la mayor parte de nuestra vida. Es fácil que a diario compartamos más tiempo con nuestros compañeros y jefes que con nuestra propia familia y amigos. Por este motivo, nuestra vida laboral es una parte fundamental de nuestra historia personal. Las relaciones que en ella establecemos, cómo nos enfrentamos a la rutina que nos impone, los objetivos que nos planteamos, la prioridad que le otorgamos...todo ello no sólo nos influye y define en muchos casos como personas, sino que también determina en gran medida el resto de nuestra vida y el futuro que nos forjamos.
Independientemente de cómo nos llevemos con nuestros compañeros, jefes y colaboradores; que nos sintamos más o menos involucrados con nuestra empresa; que nos guste más o menos nuestro trabajo y que nos sintamos mejor o peor con las condiciones que conlleva... Independientemente de todo eso, lo que nadie puede negar es la importancia que tiene para cualquier persona su vida laboral y lo que de ella se deriva. Por este motivo, algunas de las reflexiones que hacen los personajes de The office en este capítulo me parecen tremendamente interesantes y creo que vale la pena dedicarle unos minutos a pensar sobre ello.
Aquí están algunas de las más relevantes.
"He pasado tanto tiempo aquí en Dunder Mifflin pensando en mis antiguos colegas (de Cornell)... Lo extraño es que ahora que estoy exactamente donde quiero estar, que tengo mi trabajo soñado, sigo pensando en mis antiguos colegas. El problema es que ahora son los que hice aquí. Me gustaría que hubiera una forma de saber que estás en los antiguos buenos tiempos antes de abandonarlos." - Andy (Ed Helms)
"Todos los días, cuando venía a trabajar lo único que deseaba era largarme así que, ¿por qué ahora me resulta tan difícil irme?" - Darryl (Craig Robinson)
"Todo parece tan arbitrario. Solicité un empleo en esta compañía porque estaban buscando gente. Me senté en una mesa al fondo porque estaba libre pero, no importa cómo llegues aquí o cómo termines, siempre tienes el maravilloso regalo de hacer de este sitio tu hogar." - Creed (Creed Bratton)
"He vendido papel en esta compañía durante 12 años. Mi trabajo es hablar con los clientes por teléfono sobre las calidades y tipos de papel. Incluso aunque no haya disfrutado de cada minuto todo lo que tengo se lo debo a este trabajo. Este estúpido, maravilloso, aburrido y asombroso trabajo." - Jim (John Krasinsky)
"Me pareció raro que nos eligieran para hacer este documental, pero al final creo que una empresa de papel corriente como Dunder Mifflin es un gran objetivo para un documental. Hay mucha belleza en las cosas corrientes." - Pam (Jenna Fisher)