"Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada." (Buda)
El diálogo interno es esa vocecita que tenemos en nuestra cabeza y, que si nos damos cuenta, no para de hablar en todo el día. No se trata de oír voces que nos digan que matemos a alguien ni de ir hablando solo por el parque (aunque si alguno lo hace, que tampoco se preocupe excesivamente, seguramente es que piensa en alto. Yo lo hago a menudo). Son más bien esos pensamientos que no paran de rondar por nuestra cabeza porque, nos guste o no, pocas cosas hay más activas que el cerebro humano. Poner la mente en blanco es una utopía que muy difícilmente podemos lograr a no ser que dediquemos muchas horas a la práctica.
Y como casi ninguno nos dedicamos al entrenamiento mental, es inevitable que estemos constantemente escuchando esa voz. Si en algún momento no la oímos, no es porque no esté ahí, sino más bien porque no la estamos prestando atención. Pero sigue ahí. Y si no me creéis, intentad la famosa prueba de: "pon la mente en blanco e intenta no pensar en un elefante rosa". Luego me contáis cuántos elefantes rosas visualizáis en un momento.
Ese diálogo está ahí, a veces para bien, diciéndonos cosas como "Lo he clavado, esto es lo mío", "Puedo conseguirlo"... y en otros casos para mal ("No valgo para nada", "Es imposible"...). Nuestra voz interior tiene un poder inigualable tanto para motivarnos y hacernos sentir bien, como para hundirnos en el más profundo de los pozos.
Tampoco es tan raro que si cualquier persona que nos rodea puede animarnos o desmotivarnos, más fácilmente lo logre una voz que nos persigue a todas partes. 24 horas de Pepito Grillo son muchas horas.
Así que dado que es muy complicado librarnos de ella, lo mejor que podemos hacer es intentar domarla un poco para que lo que nos diga tenga como resultado una mejora de nuestra autoestima y motivación.
Vamos a ver 5 tipos de voces que pueden guiarnos, empujarnos, fortalecernos, ayudarnos a afrontar dificultades... En resumen, 5 tipos de voces positivas que deberían escucharse más alto que cualquier otra.
Recuerda que dominar nuestra mente es una de las tareas más complicadas a las que podemos enfrentarnos, así que todo el trabajo que hagas para fomentar estas voces será un paso en el camino para sentirte mejor. Así que, aunque no lo consigas, dite a ti mismo: "Lo estoy intentando. Aunque hoy lo no lo consiga, estoy haciendo lo correcto". Y sigue intentándolo.