Amplia tu negocio y lánzate al eCommerce
La tecnología avanza de manera segura y rápida, se cuela en nuestras vidas e influye cómo no puede ser de otra manera, en nuestros hábitos de compra.
Ya hemos comentado en algunos de nuestros post que el éxito del eCommerce crece y ello es debido sin duda, a que nuestra sociedad va de la mano con el mundo digital. Cada vez lo tenemos más fácil, tanto empresas como consumidores accedemos a este mundo, siendo las relaciones entre ambos más fluidas y cercanas.
Desde el observatorioecommerce.com nos dicen que las cifras del eCommerce en España hablan por sí solas. España es el 4º país europeo que más factura en eCommerce, con un total de 12.900MM€.
Ya sabemos que la evolución del comercio electrónico en España, volvió a sumar cifras récord en nuestro país a pesar del mal contexto económico en el que estamos inmersos.
Aunque parezca mentira, el volumen total de compras sigue creciendo, realizamos más operaciones pero gastamos menos dinero en cada una de ellas.
Estos buenos datos tienen bastante que ver con que el 65,1% de la población española (es decir, 25,4 millones de personas) está ya en Internet y navegan una media de 12,1 horas a la semana.
Somos 15 millones de personas que en España compramos por Internet (según informe del Centre for Retail Research publicado en 2014). Esto significa que, aproximadamente, un 32% de la población ha realizado compras en alguna web en el último año. En este caso nos situamos por encima de la media europea, cuyo porcentaje asciende al 30,5%.
Un dato revelador para todo aquel que quiera ampliar su negocio vía on-line, es que en apenas un año España ha doblado el número de usuarios de telefonía móvil que contrataron una conexión a Internet, pasando del 28 % en diciembre de 2011 al 52 % a principios de 2013. Cerca de 2,1 millones de personas han comprado online mediante sus teléfonos móviles.
No deja de ser llamativo que cada consumidor en España invierte 865 euros al año en compras online.
Dar el salto a la venta online en España, demuestra por una parte, una base de cultura tecnológica y por otra la adaptación a los avances tecnológicos. De esta forma, se favorece igualmente la comodidad y opciones a los compradores. No dejan de evolucionar su comportamiento a la hora de consumir productos y esto hace que las empresas estén en la continua búsqueda de mejoras, ampliando fronteras y llegando a más público sin límites de horario ni de localización.
