Las páginas web, al igual que el resto de cosas, evolucionan a lo largo del tiempo, adaptándose a las nuevas tecnologías y tendencias.
Hoy en día, cuando accedemos a una web que percibimos como antigua u obsoleta, la primera sensación es de rechazo y, en la mayoría de los casos, nos impulsa a hacer clic en el botón de cerrar inmediatamente.
Sin embargo, una web limpia, con un buen diseño y una buena experiencia de usuario, invita a continuar con la navegación y ver qué nos ofrece. Por eso, a la hora de plantear el diseño de nuestra web tenemos que tener en cuenta las nuevas tendencias de los nuevos usuarios.
El primer e indispensable requisito es que nuestra página sea responsive, es decir, que se adapte a los diferentes dispositivos. Esto es fundamental, pues el Smartphone se ha convertido en el medio por excelencia desde el que accedemos a Internet.
Otra de las tendencias es el cambio en la forma de plantear o mostrar el contenido de nuestra web. Por un lado, el impacto visual adquiere mucha importancia, pues las imágenes poseen gran potencia a la hora de comunicar, al igual que el uso del video. El usuario ya no quiere leer textos interminables, prefiere un video de un minuto en el que se le muestre de forma sencilla, entretenida y dinámica el contenido.
En esta línea está también la preferencia por el uso de iconos, que nos ayudan a identificar las diferentes categorías con un solo golpe de vista sintetizando y estructurando la información.
Por otro lado, en la presentación del contenido se ha generalizado el uso del scroll, esto se debe sobre todo al acceso a Internet mediante tablets y smartphones, en los que vamos cargando la información hacia abajo simplemente deslizando la pantalla con el dedo. Por ello, en las páginas actuales, el usuario suele encontrar prácticamente toda la información en la página de inicio, y las interacciones se realizan dentro de esta mediante el uso de iconos o fotografías.
Además, debemos decir que estas interacciones que el usuario realiza han cambiado. Ahora nos van apareciendo diferentes mensajes para que participemos con la página, ya sea suscribiéndonos a una newsletter, pulsando algún botón o respondiendo a cualquier pregunta. Esto hace que el usuario se sienta parte de la página, y no un simple espectador.
En último lugar, nombraremos el diseño flat o el diseño minimalista. La mayoría de las web actuales combinan estos dos diseños, creando una interfaz de usuario sencilla y fresca, con tipografías simples y legibles, combinaciones de colores vibrantes o pequeñas sombras que dan profundidad a los diseños.
Y como conclusión, diremos que estas tendencias son herramientas necesarias para el diseñador, pero aplicarlas debe estar justificado, no olvidemos que debemos ajustarnos siempre a las necesidades del cliente.