Felicidad en el trabajo...una realidad para muchos.

Trabajar en el compecto de " felicidad en el trabajo" deberá ser uno de los puntos de mira de las áreas de recursos humanos en los próximos años. Muchas empresas ya lo han incorporado a su estrategia de gestión de personas con buenos resultados. 

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Nuria Fernández López

Según un estudio reciente elaborado por Adecco, el 79,9%  de los españoles afirma ser feliz en su trabajo. Sin embargo, este dato no deja de resultarnos algo chocante ya que contrasta con el eco que recibimos de los medios de comunicación e incluso de nuestro propio entorno.

¿Ser feliz en el trabajo es cuestión de actitud o influyen factores externos?, ¿Cuáles son las profesiones más felices?,¿Cómo podemos ser más felices en el trabajo?

Los resultados de la IV Encuesta Adecco "La Felicidad en el Trabajo", que recogen las opiniones de más de 2.000 personas trabajadoras y en búsqueda activa de empleo indican que los  profesionales españoles más felices son bomberos, maestros, periodistas, farmacéuticos e ingenieros.

En el primer puesto de la lista están los bomberos, en donde un llamativo 100% de los encuestados dedicados a esta actividad afirma ser felices en su trabajo, al igual que otras profesiones pertenecientes al sector de los cuerpos y fuerzas de seguridad y profesionales de emergencia, donde el 92,6% se también se declara feliz. Según el estudio estos altos índices de felicidad se deben al carácter vocacional y altruista de estas profesiones.

A continuación en el ranking, se sitúan educadores y pedagogos, donde el 94,6% de los encuestados también asegura sentirse feliz en su trabajo. Tanto en un caso como en el otro,  "los motivos parecen deberse a que se trata de profesiones vocacionales, en las que quienes las desempeñan disfrutan ayudando a otros en su desarrollo personal y social".

El cuarto puesto está ocupado por los farmacéuticos, donde el 92,9% declaran sentirse felices en su trabajo. Ingenieros e informáticos ocupan un quinto lugar, seguidos por los periodistas,

En el polo opuesto, entre las profesiones menos felices, estarían las vinculadas a los oficios y la administración.

En los últimos años hemos visto como se han realizado gran cantidad de trabajos relacionados con el estudio de la satisfacción de las personas en sus puestos, y todos ellos han venido a evidenciar que una persona motivada trabaja mejor y genera mejor ambiente.

Según los experimentos de Shawn Achor, director de Good Think, realizados entre los empleados de una de las multinacionales más importantes del mundo, KPMG un empleado feliz aumenta su productividad en un 31%.

Las claves de la satisfacción laboral radican en:

  • poder disfrutar del trabajo que se desempeña,
  • que exista un buen ambiente y compañerismo,
  • el salario
  • las mejoras laborales

Muchas empresas comienzan ya a desarrollar e invertir en programas que potencien una "cultura de satisfacción" entre sus plantillas, a través de la implementación de diversas iniciativas que mejoren el ambiente del trabajo. 

Trabajar en este tipo de estrategias supone para la empresa:

  • Mayor capacidad de atraer a mejores candidatos y retener el talento. La tasa de rotación voluntaria de empleados en las 100 empresas reconocidas como las mejores del mundo, es un 65% menor que la que se da en empresas del sector que no invierten en mantener una "cultura de satisfacción" en el trabajo.
  • Este tipo de actuaciones también refuerzan la buena reputación de la marca ya que si un empleado no se siente satisfecho en su puesto de trabajo, ese descontento puede difundirse por las redes sociales rápidamente. Por el contrario, el empleado que disfruta yendo al trabajo cada día se convierte en el mejor embajador para la empresa.

Los empleados de hoy en día buscan:

  • mayor autonomía en sus puestos de trabajo,
  • líderes que confíen en su potencial, que sepan identificarlo,
  • líderes que dispongan de habilidades para potenciar el talento de cada uno de los miembros de su equipo.

 Y para conseguir lo anteriormente señalado, lo que se espera hoy de un buen líder es:

  • Que sepa dar voz a sus colaboradores, escuchar, implementar sus ideas y reconocer el trabajo, el esfuerzo y los logros.
  • Que sepan establecer una remuneración razonable acorde y justa a lo aportado.
  • Que ofrezca oportunidades de mejora y progresión.
  • Que sepa gestionar las diferencias entre sus trabajadores y la competencia interna.
  • Que incentive el compañerismo y el buen clima en los equipos.
  • Qué sea un ejemplo de aquello que promueve y exige.
  • Que se muestre cercano, que comparta los éxitos y fracasos.

(basado en el estudio de Adecco 2015)

 

 

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