Pese a que a diario experimentamos una gran variedad de ellas, muy poca gente es capaz de identificar y expresar sus emociones y menos aún, gestionarlas adecuadamente. Somos bastante capaces de contar qué nos pasa, pero tenemos muchas más dificultades para expresar qué sentimos. Hay emociones que no sabemos ni nombrar y, en otros casos, nos limitamos a usar siempre un número escaso de palabras para expresar lo que pensamos que sentimos, sin tener muy claro si son sinónimos o existen diferencias entre ellas.
Por ejemplo, ¿es igual sentir miedo que pavor, terror, pánico o canguelo? ¿Supone lo mismo sentir afecto, cariño, ternura o amor por una persona? ¿Es lo mismo odiar a alguien que tenerle saña, ojeriza o encono? ¿Podemos decir que la pena, el dolor, el duelo, el sufrimiento o el pesar son lo mismo?
Parece que no. Lo que está claro es que hay un montón de emociones. Se han llegado a contabilizar hasta 543. Pero ni es fácil distinguirlas y ni sabemos muchas veces que son emociones como tal. Y, desde luego, pocas veces claro cuáles son las diferencias.
¿Cuántas emociones serías capaz de nombrar tú? Y de esas, ¿serías capaz de definirlas y establecer la diferencia con otras similares?
La tarea es complicada. Pero como siempre hay gente dispuesta a todo, un estudio de diseño, en colaboración con Eduard Punset y Rafael Bisquerra (Catedrático de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Barcelona) ha creado una representación gráfica de las emociones: El Universo de Emociones. En esta especie de mapa han plasmado 307 emociones con el fin de facilitar su conocimiento, comprensión y visualización para, en un paso previo, favorecer su gestión. Si bien esto último es más complicado, el mapa sí permite comprender mejor cómo podemos ir moviéndonos de una emoción a otra.
El Universo de Emociones se estructura a partir de 6 emociones básicas colocadas en un prisma central. 3 en la parte superior: felicidad, alegría y amor (las emociones de polaridad positiva). Y otras tres en la inferior: miedo, ira y tristeza (las de polaridad negativa). Alrededor de cada una de estas emociones principales se genera una galaxia, es decir, los grupos de emociones que conforman un conjunto. Para cada una de estas galaxias existen 4 niveles, en función de su grado conexión y de importancia. Luego, están los cometas, que son las que tienen la capacidad de moverse entre emociones, incluso de diferentes polaridades.
Los tipos de línea (continua, discontinua o de puntos) definen el nivel o tipo de conexión entre ellas. Los colores también tienen un significado: a mayor saturación más intensidad de la emoción.
Así que, con estas instrucciones básicas, puedes empezar a moverte por el universo de emociones, comprobar que es muy amplio y variado y, quizás, empezar a distinguir mejor qué sientes, por qué y cómo modificarlo. Aunque, como suele decirse, esto ya es otra historia.