A principios del año pasado me dirigía a ver una nueva serie. Lo hacía algo escéptico pues aunque es cierto que la ficción española ha dado un gran salto de calidad y particularmente, TVE ha encontrado su particular filón dentro de las series de carácter histórico, la ciencia ficción nunca ha sido uno de los fuertes de nuestro país, en comparación con las mucho más ambiciosas (sobre todo en términos de presupuesto) obras que nos llegan de Estados Unidos.
Así comencé mi relación con "El Ministerio del Tiempo". La serie nos habla de una institución gubernamental que depende de Presidencia del Gobierno y que existe desde tiempos de Isabel la Católica. Su misión es custodiar una serie de puertas secretas que permiten los viajes en el tiempo, así como evitar que se produzcan viajes y cambios en el pasado para beneficio de organizaciones o particulares que alteren la historia y el presente tal y como lo conocemos.
Al margen de lo original del argumento, el funcionamiento del Ministerio en sí no dista mucho del de otra organización o empresa convencional y así podemos ver las situaciones que se dan entre los empleados y sus mandos o los conflictos que pueden aparecer dentro de los equipos de trabajo.
Para todos aquellos que nos hemos visto involucrados en temas de creación o gestión de equipos o que hemos sido parte de uno de ellos, esta serie es un magnífico ejemplo del desarrollo humano y observamos, a través del paso de dos temporadas, cómo tres desconocidos acaban convertidos en un equipo de alto rendimiento.
El primero de los miembros de nuestro equipo es el cerebro, representado por la actriz Aura Garrido, es Amelia Folch una de las primeras mujeres universitarias españolas. Es una experta en historia que lucha en su época por una sociedad más igualitaria donde hombres y mujeres sean valorados por igual. ¿A qué retos de crecimiento deberá enfrentarse?
El segundo miembro del equipo interpretado por Nacho Fresneda, es Alonso de Entrerríos, un soldado de los Tercios de Flandes. Representa la fuerza del equipo, es valiente, leal y está acostumbrado a seguir órdenes sin cuestionárselas. Procede de otra época y necesitará un fuerte proceso de adaptación:
El último miembro de la patrulla está interpretado por Rodolfo Sancho, es Julián Martínez, un enfermero del Samur de la actualidad que ha perdido recientemente a su mujer y se encuentra inmerso en una crisis personal. Representa la inteligencia emocional y es el elemento que mantiene estable y unido al grupo:
Como vemos, la ficción, nos sólo nos hace disfrutar y pasar un buen rato, sino que puede ser también un buen recurso para trabajar aspectos relacionados con la formación o el desarrollo de personas en general. Por lo que nos toca, es un recurso del que solemos hacer uso muy frecuentemente!.