Desde hace unos cuantos años la palabra crisis es una de las más habituales en la noticias o en nuestras conversaciones, una palabra que nadie desea oír, pero a la que tenemos que enfrentarnos frecuentemente. Nuestra disposición ante ella será seguramente lo que marque la diferencia entre el éxito y el fracaso.
En japonés, la palabra crisis (危機=kiki) está compuesta por los caracteres 危="peligro" y 機="oportunidad", una muestra de las opciones que se nos ofrecen.
Ante la opción de rendirnos, tenemos la de reinventarnos, tenemos la capacidad de usar nuestra imaginación y no solo revertir la situación hasta un estado en donde ya no haya peligro, podemos ir mucho más lejos aún y convertirlo en una victoria.
Con algunos consejos aprenderemos que la mezcla de imaginación, trabajo y valentía es la fórmula necesaria para lograr nuestra meta:
Os dejo con esta breve fábula que nos muestra un buen ejemplo de todo lo que hemos hablado:
LA LAGUNA CONGELADA
Había dos niños que patinaban sobre una laguna congelada.
Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación.
Cuando de pronto, el hielo se revienta y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomo una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logro quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron a ayudarlo y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
¿Cómo lo hizo? ¡El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan pequeñas!
En ese instante apareció un anciano y dijo:
"Yo sé cómo lo hizo."
¿Cómo? Le preguntaron al anciano y el contesto:
"No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo."
"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr."