Los heurísticos y su impacto en el comportamiento y las relaciones sociales (I)

"En psicología la heurística se relaciona con la creatividad, es aquella regla sencilla y eficiente para orientar la toma de decisiones y para explicar en un plano práctico cómo las personas llegan a un juicio o solucionan un problema".

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Nuria Fernández López

Los" heurísticos" nos ayudan a simplificar la gran cantidad de procesos mentales que llevamos a cabo y a hacer más llevadera nuestra vida diaria, se ponen en marcha cuando un problema es complejo o el problema tiene información incompleta. Sin embargo, también pueden conducir a errores sistemáticos en la toma de decisiones o el desarrollo de juicios.

Simplificando un poco, los heurísticos no son más que "atajos mentales" que ponemos en marcha para llegar a la solución de  problemas, bien porque nuestro cerebro posee una capacidad limitada, o porque no siempre disponemos de toda la información que desearíamos, o porque nos sentimos inseguros a cerca de las consecuencias de tomar una u otra decisión.

Estos atajos mentales se producen porque nuestro cerebro no es capaz de procesar toda la información que recibe a través de los sentidos, por lo que necesita hacer una selección de la misma. Cuando nuestros atajos mentales o heurísticos nos conducen a errores de conclusión, entonces hablamos de "sesgos cognitivos", y estos nos llevan a no pocos errores en la interpretación de los hechos y consecuentemente a poner en marcha comportamientos inapropiados a las situaciones.

Y aunque puedan parecer algo alejado de nuestra realidad cotidiana, no lo es, ya que constantemente estamos haciendo juicios de interpretación, por lo que bien merece la pena al menos conocerlos.

Como son un buen número, hoy veremos algunos de ellos, y en posts posteriores veremos los restantes.

Sesgo de memoria: aunque muchos piensan lo contrario, y hagan alarde de su gran memoria, lo cierto es que la memoria se difumina con el tiempo y fácilmente nos induce a errores inconscientes. Las investigaciones realizadas revelan que cuando evaluamos recuerdos para poder tomar decisiones sobre nuestro futuro, a menudo se muestran sesgados por recuerdos distorsionados que no toman en cuenta toda la información tal cual sucedió, sino que se ven influenciada por los aspectos positivos o negativos que rodean a los acontecimientos.

Sesgo de proyección: Este sesgo nos habla de la tendencia inconsciente a asumir que los demás poseen  pensamientos, creencias, valores o posturas parecidas a las nuestras. Como si fueran una proyección de nosotros mismos.

Falacia de planificación: este sesgo nos sonará a todos,  se refiere a la tendencia que tenemos a subestimar el tiempo que tardamos en terminar una tarea. Se debe a que tendemos a planear los proyectos con cierta falta de detalle, lo que nos lleva a pensar que el tiempo que se necesitará para completarlo es menor de lo que luego realmente resulta. El científico estadounidense Douglas Hofstadter, formula su ley Douglas Hofstadter, de la que ya hemos hablado en alguna ocasión,  y con uno juego de palabras,  sostiene que para evitar este heurístico, hay que tener presente que: "hacer algo te va llevar siempre más tiempo de lo que piensas, incluso si tienes en cuenta la Ley de Hofstadter".

Ilusión de control: este sesgo se relaciona con  la tendencia que tenemos a creer que podemos controlar ciertos acontecimientos, o al menos a influir en ellos, esto explica porque el hombre desde tiempo inmemorial ha creado rituales y supersticiones que le aportan seguridad.

Sesgo de apoyo a la elección: Tomar una decisión resulta siempre costoso, por ello en el momento en que hacemos una elección,  sea del tipo que sea, tendemos a ver esa elección con un enfoque más positivo, incluso si dicha elección tiene claros defectos,  tendemos a minimizarlos y hasta ignorarlos.

Efecto de percepción ambiental: el ambiente que nos rodea ejerce una gran influencia en el comportamiento humano. Un ambiente deteriorado, caótico y sucio provoca que las personas se comporten de manera menos cívica,  incluso como algunos estudios han señalo, puede inclinar a cometer más acciones vandálicas y delictivas. Este efecto es la base de la "teoría de las ventanas rotas" estudiado por el psicólogo Philip Zimbardo, y sobre el que ya publicamos un post.

Sesgo de disponibilidad: este curioso sesgo hace referencia a un mecanismo que la mente utiliza para valorar qué probabilidad hay de que un suceso ocurra o no. Cuando más accesible sea el suceso, más probable nos parecerá, cuanto más reciente la información, será más fácil de recordar, y cuanto más evidente, menos aleatorio parecerá. Consiste en sobreestimar la importancia de la información disponible (y extraer por tanto conclusiones erróneas). Para entenderlo un poco mejor, se ha demostrado por ejemplo, que doctores que han diagnosticado dos casos seguidos de una determinada enfermedad no muy usual, creen percibir los mismos síntomas en el próximo paciente, incluso siendo conscientes de que es muy poco probable (estadísticamente hablando) diagnosticar tres casos seguidos con la misma enfermedad. Otro ejemplo típico, es el de la persona que asegura que fumar no es tan dañino para la salud, basándose en que su abuelo vivió más de 80 años y fumaba tres cajetillas al día, un argumento que pasa por alto la posibilidad de que su abuelo fuera un caso atípico desde el punto de vista estadístico.

El efecto Dunning-Kruger: Este sesgo cognitivo consiste en una autopercepción distorsionada, según la cual los individuos con escasas habilidades o conocimientos, piensan exactamente lo contrario; se consideran más inteligentes que otras personas, más preparadas, están en la certeza de que son superiores de alguna forma a los demás, midiendo así incorrectamente su habilidad por encima de lo real. Esta distorsión se debe a la inhabilidad cognitiva del sujeto de reconocer sus propias limitaciones, debido a que su habilidad real debilitaría su propia confianza y autoestima. También ocurre lo contario,  que individuos competentes asumen, falsamente, que los otros tienen una capacidad o conocimiento equivalente o incluso superior al suyo.

Recogiendo lo que  Charles Darwin afirmó, en relación a este último sesgo, lo dejamos hasta el próximo post,  "La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento".

 

 

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