Empleados Contentos, Empresas Saludables y Productivas: cada vez son más los estudios que relacionan felicidad con productividad.
En el ámbito de los recursos humanos en muchas ocasiones nos encontramos hablando acerca del impacto que algunos "intangibles" tienen en la eficacia de la gestión de personas. Tal es el caso de conceptos como "compromiso" y "felicidad". Hablar de felicidad supone hablar claramente de un intangible. Aunque por otra parte cada vez se evidencia más el impacto que dichos intangibles tienen en aspectos tan claves para las empresas como son su capacidad para atraer y retener talento, y lo más principal, la productividad.
Por acotar un poco, podemos entender la felicidad en el trabajo como el sentimiento positivo hacia la propia tarea y desempeño, hacia el entorno, la empresa y los compañeros. El concepto de felicidad en el trabajo está muy relacionado con el de "engagement", que viene a ser el nivel de activación, energía, esfuerzo y persistencia que ponemos en la tarea. A nivel de desempeño también se ha asociado el concepto de felicidad en el trabajo con la capacidad para afrontar desafíos, con la perseverancia y la resiliencia.
Dentro de las políticas de recursos humanos cada vez son más las empresas que trabajan para mejorar las condiciones en las que las personas desempeñan su trabajo diario a través de acciones dirigidas a los entornos digital, emocional y físico. Muchas empresas cuentan con políticas explicitas, departamentos y personas responsables que buscan promover e implantar acciones en esta línea.
La gestión de los intangibles es y continuará siendo de vital importancia en la gestión de los recursos humanos, ya que marca y lo hará cada vez más, la diferencia entre una empresa y otra.
Aunque las empresas se mueven por los números y las decisiones se toman en base a cifras, y se acuse a los intangibles de ser algo subjetivo, banal y poco relevante, lo que está claro es que el engranaje que hace moverse a las empresas es las personas que las integran, y para ellas los intangibles son de capital importancia, y en las generaciones que se están incorporando al mercado laboral lo serán cada vez más.
De ellos dependerá que decidan incorporarse a una empresa y no a otra, que decidan permanecer en ella, que se comprometan, que desarrollen todo su talento y potencial.
Es por esto, que aunque siga sonando un tanto extraño el término de "felicidad" en el entorno laboral, hay que empezar a trabajar en clave de "felicidad", si queremos impactar en compromiso, enganche, clima, productividad, trabajadores que apuestan por crecer junto a la empresa, trabajando en generar entornos favorables para el crecimiento y desarrollo, con iniciativas de motivación, de fortalecimiento de equipos, de canales de comunicación. Lo fundamental que hay que superar es el choque que nos supone este concepto en un entorno profesional.
Existen indicadores claros que arrojan información del impacto que representa trabajar en este tipo de políticas, tales como el número de empleados que abandonan la compañía, personas que quieren trabajar en ella, ausencias laborales, comentarios de los clientes y de cómo estos valoran la calidad del servicio, entre otros, indicadores todos que podemos objetivar y medir para llevarlos a un excell, que es, sobre el que se toman las decisiones.