Cuando hablamos de moral, todos nos atribuimos la mejor de las morales, y no comprendemos cómo el resto de la humanidad puede no compartir dicha moralidad.
La razón es que el tema del desarrollo moral es bastante complejo y no existe una formulación única acerca de cómo construimos nuestro entramado moral. Prescindiendo del hecho, muy significativo, de que hay personas a las que el asunto de la moral, les pillan algo a desmano.
Sea como fuere es un tema controvertido y con opiniones diversas.
Por centrarlo un poco, sólo me remitiré a dos teorías contrapuestas.
La teoría del error que fue elaborada por John Leslie Mackie en 1977, según la cual todos y cada uno de nuestros juicios morales son erróneos y falsos, en base a la consideración de que la moralidad no existe como elemento objetivo, no existiendo propiedades morales en la realidad como tal, sino que lo moral es construida en base a creencias subjetivas.
Lo que es o no moral es decidido por la comunidad de pertenencia. Por lo tanto, un juicio moral, aunque puede ser socialmente considerado cierto para un grupo determinado que comparta dicho juicio, no por ello es cierto, ya que para esta teoría el juicio moral comete siempre el error de creerse objetivo, siendo subjetivo. Esta subjetividad Mackie la evidencia por el hecho de que lo que nosotros consideramos moral puede no serlo para otra persona, sin que por ello ésta esté errada. No habría nada bueno o malo, moral o amoral por sí mismo, sino que nosotros lo percibimos como tal en función de su ajuste a nuestra percepción del mundo.
Frente a este planteamiento se sitúan el realismo moral que afirma, justamente lo contrario, es decir, la existencia objetiva de los hechos morales. Sostiene la existencia objetiva con independiente del observador del mundo. Considera que hay personas y acciones que son, en términos objetivos, moralmente buenas, malas, honestas, deshonestas, etc.
Aunque lo he reducido a los extremos, hay en el desarrollo moral una gran variedad de matizaciones, ya es un tema muy complejo, puntualizado en muchas disciplinas y desde siempre objeto de debate y análisis.
Cada uno se posiciona en función de su propio mundo. A voz de pronto se me ocurre que la moral del mundo occidental igual poco tiene que ver con la del mundo oriental, que los valores que regulan el comportamiento de una comunidad, por ser extremista, pongamos por caso, de una tribu africana, nada se parecen a los de nuestro acomodado mundo.
Y por abrir otro melón, también está el hecho de que lo que se considera moralmente correcto no siempre objetivamente es lo correcto, por ejemplo, una de las máximas de la moral es la honestidad, decir la verdad, sin embargo decir la verdad en algunos casos puede no ser lo correcto!!!.