La figura del Coolhunter, desde su aparición, ha estado siempre vinculada al mundo de la moda, en la cual sus gurús (diseñadores), iban definiendo las tendencias, siendo recogidas por las firmas generalistas que las democratizaban y las acercaban a la gran masa, generando de esta forma, el fenómeno de las modas.
En el contexto actual vivimos en la sociedad de la información, de la globalización, del 2.0, estos gurús que delimitan las tendencias están menos definidos. Internet se consolida como espacio de participación y relación, convirtiéndose en la fuente principal de información para estar al tanto de las innovaciones relacionadas con el consumo.
Estos factores, unidos a los cambios sustanciales a los que se han visto sometidos los mercados que son más exigentes, impredecibles, muy fragmentados, especializados y en los que los servicios y productos se personalizan cada vez más, hacen indispensable el perfil del Coolhunter dentro de las organizaciones.Este perfil asume la tarea de descubrir los cambios que se producen en las motivaciones , gustos y preferencias del consumidor antes de que se conviertan en modas, utilizando así esta información para innovar y anticiparse a la competencia, con el objetivo último de toda empresa: mejorar su cuenta de resultados y su rentabilidad.
El Coolhunting es un mix de disciplinas que abarca desde la Consultoría Estratégica, al análisis de la innovación, Investigación de mercados y Marketing. Todo ello deja entrever el perfil multidisciplinar que debe tener el Coolhunter.
Su principal entorno de búsqueda es internet, ya que aunque el origen de la innovación no se produzca aquí, si es el principal canal de difusión. También influye el gran aumento del comercio on-line y la proliferación de redes sociales, lo que permite el poder monitorizar mejor todo lo que gira alrededor de ellas.
La monitorización de la red es la herramienta más importante del Coolhunter. El implementar herramientas que controlen continuamente lo que se dice en noticias, blogs, microblogs, redes sociales, foros, es vital para adelantarse a la competencia. Aunque, sin dejar de lado canales más tradicionales como revistas especializadas, ferias y eventos, observación del target en otros países, etc
Para finalizar, hay que puntualizar que independientemente del fenómeno de la globalización, no debemos olvidar la idiosincrasia local, para que muchas tendencias globales sean extrapolables al ámbito local. La interpretación de esas tendencias globales para su correcta adaptación a nuestro mercado local será otra de las misiones del Coolhunter.