Lo que más sorprende de la humanidad son los hombres, porque pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Dalai Lama
En un mundo saturado de estimulación, practicar la atención no es tarea simple. La sobreestimulación nos lleva inevitablemente a la dispersión. Y la dispersión impacta en nuestro bienestar, salud, relaciones, trabajo, etc.
Vivimos en una situación casi continua de apagafuegos múltiples, lo que nos obliga a prestar atención a una gran cantidad de información y dar respuesta a grandes demandas de atención. Todo ello afecta significativamente a nuestra capacidad de concentración.
Según un estudio publicado en la revista Science, "una mente humana es una mente errante y una mente errante es una mente infeliz". El estudio muestra que nuestra mente divaga un 47% de las horas que pasamos despiertos, y según un estudio de la Universidad de California, una vez perdida la atención, un trabajador puede tardar unos 23 minutos en volver a alcanzar el mismo grado de concentración que tenía con la tarea original. Sin olvidar los trabajos que evidencian que más de la mitad de las bajas laborales están provocadas por causas relacionadas con el estrés, donde la sobredemanda, o las dificultades para gestionarla tiene mucho que decir.
En el lado contrario están los trabajos cada vez más numerosos, que evidencian que la práctica de Mindfulness puede ser beneficiosa para reducir el estrés, la ansiedad, el dolor crónico, mejorar el estado de ánimo y, por ende, impactar en la motivación, rendimiento, concentración y satisfacción laboral.
La palabra inglesa Mindfulness se traduce como "atención plena" o "conciencia plena" y hace referencia a "Prestar atención de una manera determinada: de forma deliberada, en el momento presente y sin juzgar. Este tipo de atención permite desarrollar una mayor conciencia, claridad y aceptación de la realidad.
A nivel laboral son cada vez más las organizaciones, Apple, Google, Nike, Procter & Gamble, eBay, Twitter, AstraZeneca, AOL, General Mills y Huffington Post que atentas a este dato, están poniendo en marcha programas de entrenamiento en atención y Mindfulness.
Aunque practicar la atención no es el remedio milagroso, lo que sí es cierto, es que el Mindfulness contribuye significativamente a gestionar emociones y pensamientos de una manera más exitosa, lo que influye en nuestra resiliencia, contribuye a gestionar más eficientemente nuestras emociones, nos enfoca a escuchar, comprender y empatizar mejor, tomar mejores decisiones y potenciar nuestra capacidad de concentración y productividad.
Volviendo a la cuestión de si practicar Mindfulness mejora el rendimiento, la respuesta cae por su propio peso, ya que su práctica al menos consigue: