En 1984 un profesor universitario, David kolb, estableció que los adultos tenemos distintas maneras de aprender que dependen de cómo percibamos la realidad y de cómo la procesemos.
Aunque esta teoría tiene sus retractores que le cuestionan que no cuenta con suficiente evidencia empírica, lo que si parece claro es que hay divergencias en como aprendemos y cómo nos diferenciamos en cuanto al estilo en la ejecución de tareas.
Hay personas que captan la realidad fundamentalmente a través de la experiencia y otros, creando teorías. Hay quien tiende a hacer varias tareas al mismo tiempo o quienes prefieren centrarse en una sola. Con respecto a la manera de captar la información, hay quienes la procesan si se ponen manos a la obra (acción) y quienes si reflexionan sobre lo que observan (pensamiento).
Aunque es un modelo bastante conocido, repasemos sus principales características.
Estilo Acomodador, son las personas pragmáticas. Aprenden desde la acción, desde la experimentación. Son claramente hacedores. Se sienten cómodos poniendo en práctica los conocimientos. Prefieren trabajar rodeados de personas, les gusta asumir riesgos y saben adaptarse a las circunstancias. Son personas prácticas con una gran capacidad de solución de problemas. No se sienten cómodos con actividades abstractas. En una empresa abundan en los departamentos de ventas. La pregunta que les interesa contestara es: Cuando.
Estilo Asimilador, son las personas reflexivas. Les interesan más las ideas abstractas que las personas. Sus fortalezas son la abstracción, conceptualización, observación reflexiva, la compresión y creación de modelos teóricos. Necesitan de tiempo para analizar y reflexionar. No les gusta el protagonismo. En una empresa pueden estar en posiciones de investigación o de planificación estratégica. La pregunta que les interesa contestara es: ¿por qué?
Estilo Divergente, son las personas activas. Disfrutan analizando los problemas en su conjunto y trabajando con personas. Son empáticos, emocionales y ocurrentes. Aprenden desde el desafío y el reto que supone la actividad. No les gusta trabajar en solitario, ni el análisis e interpretación de datos. En el mundo de la empresa serían los creativos. La pregunta que les interesa contestara es:¿y si...? o ¿por qué no?
Estilo Convergente, son las personas teóricas. Son expertos en la aplicación práctica de las ideas para testar teorías o resolver problemas. Se pierden con muchas alternativas. Trabajan desde la lógica y la razón. No se sienten cómodos ante tareas confusas, inciertas, poco precisas o muy subjetivas y emocionales. Muchos ingenieros se enmarcan en este estilo de aprendizaje. La pregunta que les interesa contestara es: ¿para qué?.
Todos tenemos un poco de los cuatro estilos aunque claramente nos sentimos más cómodos en uno de ellos. Para desarrollarnos mejor en lo personal y profesional es recomendable complementar nuestro estilo con personas con estilos diferentes. Si bien, no hay que perder de vista, que no hay una forma única y universal de acercarse a una tarea, proyecto o problema, a veces, sino tenemos presentes estas divergencias en la forma de aprender y ejecutar, se pueden plantear problemas ya que nos cuesta entender y legitimar la forma de actuar del otro.