Los estudios del funcionamiento del cerebro han demostrado que en las decisiones de compra de un producto, las emociones juegan un papel decisivo
En momentos tan convulsos como los que nos toca vivir hoy en día, las empresas buscan soluciones novedosas que ayuden a posicionar sus productos de forma creativa. Buscan esa solución, esa característica diferenciadora en su producto que las haga destacar sobre sus competidores y llegar de un modo más eficaz a sus posibles clientes.
Un instrumento que comienza a ser tenido en cuenta por las empresas son las técnicas de Neuromarketing, que podrían ser definidas de un modo sencillo como, el estudio de cómo la publicidad y otras acciones de comunicación influyen en el cerebro humano con la intención de poder llegar a predecir la conducta del consumidor. Utilizan como principal instrumento las Imágenes por Resonancia Magnética funcional, gracias a las cuales se pueden estudiar parámetros fundamentales como son las regiones del cerebro que intervienen en cada función cerebral, la vasodilatación cerebral relacionada con el aumento de oxígeno en zonas localizadas del cerebro y las propiedades magnéticas de la hemoglobina una vez ha liberado su oxígeno.
A la luz de los resultados desprendidos de estos estudios algunos investigadores aseguran que existe una percepción inconsciente que tiene influencia en nuestras decisiones y en la percepción que tenemos de nuestro entorno. Reflexivamente opinamos en un sentido pero hay algo dentro que nos hace tomar decisiones que algunas veces no concuerdan con nuestro pensamiento racional.
Hace años que estos estudios se vienen realizando en otros países y uno de sus primeros hallazgos fue que la imagen de marca tiene más peso sobre la decisión de compra que la percepción que el propio consumidor tiene del producto. Cada día vemos como más empresas dedican parte de su presupuesto en publicidad para tratar de ensalzar sus valores y características particulares como marca frente a las de la competencia. Tratan así de impregnar de esas características emotivas a sus productos para hacerlos más deseables al consumidor.
Adivine que marca ha ganado terreno en su cerebro.