Los mejores deseos para 2020
Aunque ya han pasado algunos días desde el comienzo del Año (momento en el que todos nos proponemos con gran entusiasmo un montón de propósitos que, por desgracia, habitualmente vamos abandonando como agua que se escurre entre las manos) no deja de ser una buena ocasión para hacer un análisis de nuestra vida y establecer expectativas. Y, sobre todo, es el mejor momento para hacer explícitos nuestros mejores deseos para todos aquellos que nos acompañan, de un modo u otro, en el viaje de nuestra vida.
Y, claro, cuando se trata de desear, podemos desear todo lo que queramos, sin ningún tipo de límite ni barrera. Podemos desear lo más típico y ambicioso: paz, amor y salud. Podemos ser un poco más pragmáticos y desear dinero o, al menos, trabajo. Podemos resumirlo todo deseando toda la felicidad del mundo... Pero yo, en este caso, prefiero ser un poco más realista y desear algo que sé que puede estar en nuestras manos. Porque, como sabemos, lo mejor es centrarse en lo que se puede controlar y no ansiar o sufrir por lo que se escapa a nuestro control.
Por este motivo, quiero compartir este texto atribuido a Mirta Medici (con tanto material que pulula por las Redes Sociales, no puedo ni quiero asegurar que esa es su verdadera creadora) pero que, en cualquier caso, me parece una buena fuente de inspiración para comenzar el Año:
"No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.
Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras que si te alejas de la queja, podrás cambiar.
Que no te permitas los "no puedo" y que reconozcas los "no quiero".
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es sólo tu verdad, no la del otro.
Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo.
Que aprendas a tolerar las "manchas negras" del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.
Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso.
Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.
No te deseo que el 2020 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir".
En resumen, te deseo que hagas todo lo posible para ser, al menos, un poco más feliz o, por lo menos, para no generarte infelicidad innecesaria.
¡A por lo que queda del 2020!
