Las personas en el foco de la transformación digital.

Como hemos comentado y comprobado en multitud de ocasiones, el miedo a lo desconocido y al cambio forma parte de nuestra naturaleza. Solemos observar en la distancia con preocupación el qué es lo que va a pasar y cómo nos afectará.

La transformación digital anuncia grandes cambios a todos los niveles, en los que personas y organizaciones se están viendo y seguirán viéndose afectadas. Tanto las personas como las propias organizaciones necesitan modificar la manera en que ven la transformación digital presente y venidera. En realidad, aunque suene un poco extraño, la transformación no pasa por la tecnología, en realidad pasa por el modo en que las personas afrontan dicha transformación. La transformación no es un abstracto, nace y termina con personas.

En el mismo orden es clave que las personas crean en la transformación. La tecnología no va a reemplazar necesariamente a las personas. La transformación digital no deja de lado a las personas, de hecho, se puede transitar hacia la creación de una nueva cultura centrada en las personas, clientes, empleados, proveedores, etc...

La transformación digital es hoy una cuestión de evolución. Se trata de conseguir enfrentar el desafío  a través de adoptar la agilidad que reclaman las nuevas realidades y de cambiar la forma en que las personas trabajamos. Las compañías tienen que repensar sus estrategias y preparar a su gente para enfrentar estos cambios donde la curiosidad, sentido común, agilidad, capacidad de ser flexible y de estar cómodo con la ambigüedad serán la clave.

Para conseguir desarrollar esta nueva mentalidad es fundamental promover valores como:

• La capacidad de hacer el máximo con la capacidad que cada colaborador tiene.
• Aprender nuevas habilidades para crear más valor.
• Motivar a la gente para desarrollar todo su potencial y aprender a adaptarse al cambio como una constante.

La gran diferencia entre la gestión del cambio y la transformación digital viene definida porque en la gestión del cambio  se intentaba ir del punto A al B y, una vez se llegase al B ya se había logrado el objetivo. Mientras que en el proceso de digitalización, una vez se llegue al punto B se debe poner la mira en el C, D, y así sucesivamente. Las nuevas tecnologías generan nuevas oportunidades y nuevos perfiles. Se necesita invertir en talento y formación, en acompañar a las personas en el proceso de actualización y adaptación a sus puestos, roles y funciones.

Siempre viene bien ver cómo otras compañías se plantean los mismos retos. Para profundizar sobre este tema en este video distintos referentes, Ray Ruga, cofundador de Fintech Américas, Rodrigo González Paniza, vicepresidente de Innovación, Transformación y Experiencia en Banesco (Panamá), y Chris Colbert, director de MINT Labs de Fintech Américas, hablan de cómo reestructurar el talento con que cuentan las instituciones y satisfacer las necesidades futuras de las organizaciones con valores tan importantes como el aprendizaje y la actitud.