La situación que estamos viviendo está suponiendo un gran impacto psicológico para todos.
En el contexto de las organizaciones, hablar de emociones, resultaba hasta hace no mucho tiempo algo un tanto sensible. Hecho curioso se mire por donde se mire, ya que somos emoción ante todo. La actual situación que estamos viviendo, lamentablemente, nos lo ha puesto claramente de manifiesto. Ahora ya sí hablamos abiertamente de malestar emocional, ansiedad, estrés, miedo, angustia, pánico, etc., sin complejos. Esto, no es ni malo ni bueno, es la realidad transparente sin la contaminación de otras circunstancias y hechos.
Lamentablemente, son las situaciones extremas o extraordinarias las que nos permiten ver las verdaderas esencias con nitidez.
Por otro lado, es muy posible que no estemos acostumbrados a centrarnos en lo que sentimos, y este mismo hecho nos produzca una cierta inseguridad. Añadido que la circunstancia misma es tan excepcional, que puede provocar emociones nunca antes experimentadas.
Gran parte de las recomendaciones que nos llegan por múltiples vías y canales, están dirigidas a promover un adecuado afrontamiento psicológico, que posibilite un estado de ánimo que propicie actitudes resilientes.
Por tanto, además de las medidas preventivas que nos recomiendan las autoridades sanitarias, no podemos perder de vista la dimensión emocional. Tenemos que cuidarnos para poder regular de manera adecuada el conjunto de emociones que nos genera esta extraordinaria situación.
Algunos de los tips básicos que pueden ayudarnos en este sentido son:
¡Animo a todos! Todos somos novatos y tenemos mucho que aprender en la gestión emocional de una situación como la que vivimos.