Qué hacemos con lo que sentimos?

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Patricia Lanza

 

Nadie duda en estos momentos que una de las mayores dificultades a las que nos enfrentamos en esta situación es la gestión de las emociones. Se está hablando mucho de esto, nosotros los primeros, que identificamos este aspecto como uno de los principales caballos de batalla que necesitamos dominar para afrontar estos días.

Las características de esta situación (incertidumbre, novedad, amenaza real, sensación de pérdida...) genera en nosotros unas preocupaciones que, inevitablemente, van a crear un nivel de ansiedad alto y una serie de emociones que son perfectamente normales. El problema no está en sentir lo que sentimos, sino en qué hacemos con lo que sentimos. Como decía Viktor Frankl: "Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos."

En el siguiente vídeo se explica muy claramente cómo esta situación nos afecta física y emocionalmente, y nos dan unos consejos para gestionar la situación de la forma más positiva posible. Os recomendamos verlo completo, pero os resumimos estos consejos:

  • Haz ejercicio: como se suele decir, "mens sana in corpore sano". Que estar en casa no sea una excusa para apoltronarnos en el sofá. Siempre hay alternativas.
  • Mantén el contacto con la naturaleza. Sí, no estamos locos, se puede aún sin salir de casa. Para eso tenemos vídeos, imágenes, documentales, sonidos... Nuestra mente es tan poderosa que estos estímulos, aunque no estemos físicamente allí, pueden generar el mismo tipo de ondas cerebrales que nos ayuda a luchar contra el estrés.
  • Escucha tu música favorita y déjate embargar por ella.
  • Canta, baila... haz cualquier cosa que permita expresar corporalmente tus emociones.
  • Dibuja, pinta, haz crucigramas, puzles... cualquier actividad que mantenga tu atención focalizada. Fomenta el famoso estado de fluir, que genera felicidad auténtica.
  • Practica meditación, yoga, técnicas de relajación, respiración... cualquier estrategia formal para la reducción del estrés, y la práctica informal de las mismas que te permite aplicarlas a tus tareas cotidianas.
  • Y, sobre todo, ríete. Aprovecha el sentido del humor del que en este país vamos sobrados para reír. La risa es terapéutica y, a pesar de la que está cayendo, no nos faltan memes, video, audios... que compartir, que nos ofrecen unos minutos de desconexión y positividad.

Por último, una reflexión básica en el vídeo para estos momentos:

"Si te estás narrando esta situación como un encierro estás alimentando tu miedo y tu estrés. No te preocupes tanto de lo que no puedes hacer y focaliza tu atención y tu energía en lo que sí puedes hacer."

Así que sigue los consejos que nos propone y, sobre todo, asegúrate de buscar formas saludables de liberar tus emociones y realizar actividades gratificantes.

 

 

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