Estrés Postraumático: "trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica". OMS
Probablemente si nos remontamos dos meses atrás, muy pocos habían oído hablar del síndrome de estrés postraumático. Hoy, lamentablemente, a partir de la situación vivida, pocos serán los que no hayan oído hablar de él.
Para empezar habría que aclarar que un síndrome se refiere al conjunto de síntomas que presenta una enfermedad o patología. El síndrome de estrés postraumático se refiere por tanto, al conjunto de síntomas que presenta una persona tras la vivencia de un hecho traumático. Este hecho traumático normalmente se asocia a eventos de una gran intensidad emocional como: guerras, secuestros, muertes violentas, violaciones, etc. En la actualidad se habla de síndrome de estrés postraumático asociado a las posibles consecuencias que determinados colectivos profesionales, principalmente personal sanitario, pueden experimentar tras la situación extrema que han vivido.
Sus síntomas más frecuentes suelen ser recuerdos recurrentes, rumiaciones, palpitaciones, dificultad para respirar, experimentar distancia emocional, dificultad para adormir, incapacidad para concentrarse, hipervigilancia, reactividad, desesperanza acerca del futuro, irritabilidad, ira, entre otros. Los síntomas suelen comenzar en los tres primeros meses después del incidente traumático, aunque a veces empiezan más tarde.
Se puede distinguir entre síndrome agudo, que se manifiesta durante el primer mes hasta los tres meses después del trauma; y latente, que puede aparecer hasta seis meses desde del hecho desencadenante. Con el tiempo, los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden variar en intensidad. Es normal experimentar más síntomas en periodos o momentos de estrés en general o ante situaciones que recuerdan la experiencia vivida.
Normalmente se habla de síndrome de estrés postraumático cuando los síntomas prevalecen durante más de 30 días y son lo suficientemente graves como para interferir en la vida de la persona.
Algunas personas se recuperan en seis meses, mientras que otras tienen síntomas que duran mucho más tiempo. En algunos casos el problema puede irse cronificando.
Los factores de resiliencia que pueden reducir el riesgo de trastorno por estrés postraumático incluyen:
Cada persona es diferente y el trastorno por estrés postraumático afecta a las personas de diversas maneras, por lo que es posible que un tratamiento que funciona para una persona no funcione para otra. Llegado el caso, las personas con trastorno por estrés postraumático deben trabajar con un profesional de la salud que las apoye, oriente y guíe en las acciones que deben llegar a cabo.