Seguro que muchos de vosotros habéis visto este vídeo porque se volvió viral la semana pasada. Se trata del discurso de Jorge Prieto, sanitario del SUMMA 112, servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid, al que habían destinado a vacunar al Wanda.
Si alguien no lo ha visto, lo recomiendo que lo haga porque no tiene desperdicio.
¿Y por qué es tan recomendable? Porque es el vivo ejemplo de una gran capacidad de comunicación basada, sobre todo en la empatía, en la capacidad de entender las necesidades del otro y en el sentido del humor. Todo fruto de una gran vocación y pasión por lo que se hace.
Jorge decidió dejar la carrera de Derecho y meterse al SUMMA 112 por una experiencia propia. Ellos le habían atendido cuando, con 18 años, sufrió el primero de una serie de neumotórax que obligaron a llevarle al hospital de urgencias. Y está claro que encontró su verdadera vocación porque el vídeo demuestra que no sólo disfruta con lo que hace, sino que, además, tiene la capacidad de conectar con las personas que se encuentran en situaciones complicadas.
La vacunación está siendo un tema delicado. El miedo inicial que ha surgido en muchas personas, unido a las informaciones confusas y, en muchos casos, exageradas, han provocado un pánico social que puede interferir muy negativamente en la necesaria inmunización de la población para poder vencer esta pandemia.
Todos sabemos que cuando estamos sometidos a una situación de estrés, nuestra capacidad para procesar la información y tomar decisiones se ve seriamente comprometida. Por este motivo, el papel de un sanitario en el Wanda y en otros puntos de vacunación va mucho más allá de un pinchazo, y Jorge, con su discurso, ha logrado llevarlo a cabo con creces. En apenas 2 minutos, Jorge ha conseguido, como poco:
Ese discurso, no ha sido improvisado. Jorge ha contado que lo ha ido puliendo poco a poco. Y estas son algunas de las claves de su éxito:
Jorge Prieto es un gran comunicador. Ha escrito un libro (La enfermería de emergencias: 50 relatos breves para pensar, Círculo Rojo, 2019) que yo no he leído aún, pero que seguro, a juzgar por su capacidad de transmitir, vale la pena leer.