El gran desafío ahora es encontrar ese punto de eficiencia cuando algunas personas están juntas físicamente y otras se unen virtualmente.
El mundo laboral vivió una transición agresiva hacia el trabajo remoto a causa del Covid-19. Todas las empresas tuvieron que de una u otra forma adoptar nuevas prácticas y políticas para poder adaptarse. La pandemia hizo que las empresas tuvieran que recurrir al teletrabajo para continuar prestando sus servicios; sin embargo, un año y medio después, a medida que las restricciones van siendo más flexibles, cada vez son más los negocios que optan por un modelo de trabajo híbrido.
El trabajo híbrido es el futuro, a principios del año 2021, un 83 % de los trabajadores señalaban que preferían combinar el teletrabajo y el trabajo presencial en la oficina, optando así por un modelo de trabajo híbrido. Cada organización necesitará desarrollar su propio modelo de trabajo híbrido. Las empresas y trabajadores que optan por este modelo trabajan en la oficina durante parte de la semana o de su jornada laboral, y trabajan desde casa el resto de los días u horas. Sin embargo, el trabajo híbrido va más allá de ofrecer varios días de teletrabajo a la semana. Se necesita una planificación y unas infraestructuras adecuadas para implementarlo. Para competir en este nuevo mundo, los líderes necesitan adoptar flexibilidad extrema sobre cuándo, dónde y cómo trabajan las personas. El trabajo se ha vuelto cada vez más dinámico y fluido. Es un cambio de "toda la organización"con soluciones que permitan una colaboración sincrónica y asincrónica.
A medida que el trabajo evoluciona es clave capacitar a los empleados para un mundo de trabajo flexible. Es un momento que requiere una visión clara. Las decisiones que se tomen hoy afectarán a los años venideros.
Algunas organizaciones ya se han ido a los máximos, Twitter ha dicho que sus empleados podían trabajar de forma remota "para siempre".
Una cuestión clave a la que el trabajo híbrido debe dar respuesta es que somos animales sociales y queremos reunirnos, intercambiar ideas con los demás, sentir a los demás. De ahí que el gran reto sea unir los mundos físico y digital, y satisfacer las necesidades de personas, equipos y organización de forma sostenible y conscientes de que esas necesidades evolucionarán con el tiempo.
La pandemia obligó a todo el mundo a pasarse al trabajo remoto, la videoconferencia era la principal herramienta que la gente usaba para conectarse y mantener la actividad del trabajo, pero solo es una herramienta y no proporciona la infraestructura de colaboración y comunicación que se necesita para impulsar el trabajo híbrido.
Algunos de los desafíos del trabajo híbrido serán:
Los líderes deben ser empáticos, flexibles y cercanos. Deberán tener en cuenta que los modos de trabajar y las preferencias laborales de cada empleado son diferentes y que, por tanto, se deberán aprovechar al máximo los puntos fuertes de cada trabajador, estando abiertos a lo que mejor funciona para cada persona y cada equipo.