El bosque está en llamas, y, mientras todos los animales huyen para salvar su pellejo, un picaflor recoge una y otra vez agua del río para verterla sobre el fuego. - "¿Es que acaso crees que con ese pico pequeño vas a apagar el incendio?", le pregunta el león. - "Ya sé que Yo solo no puedo", responde el pajarito, "pero estoy haciendo mi parte."
Este tipo de parabalas nos invitan a la reflexión. Tal vez, la más inmediata, es comprender que aunque pueda parecer a primera vista que nuestras acciones no tienen importancia, por lo pequeñas que nos parecen, son parte esencial de un engranaje que hace girar el mecanismo hacia la solución, el afrontamiento, la superación, la mejora...
Por otro lado, también nos habla del compromiso personal, y el punto en donde cada uno lo asume y asume la importancia de su rol.
Y por último, la podemos relacionar con el sentimiento de derrota, cuando el alcance de lo que enfrentamos es demasiado grande, podemos decidir dejar de hacer, o por el contrario, contribuir de forma comprometida con la parte que nos toca.