Chivo expiatorio y Cabeza de turco

Los chivos expiatorios, diana de las frustaciones de otros.

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Nuria Fernández López

" El Estatut d´autonomía de Catalunya chivo expiatorio perfecto para no hablar de la crisis"

"Inmigrantes: chivo expiatorio de la actual situación social..."

"... el chivo expiatorio del paro..."

Continuamente encontramos noticas en los distintos médios de comunicación que hacen referencia a " chivos expiatorios" en distintas situaciones, coyunturas, contextos, etc. Parece, que el caso es encontrar  un culpable que se convierta en diana y foco de todas la miradas, quejas, reclamaciones, etc.

El término, de "chivo expiatorio" deriva de una ceremonia religiosa destinata a transferir  las culpas del pueblo judio  a un animal, en este caso un chivo. El rabino, en nombre del pueblo elegía a dos machos cabríos jóvenes. Se echaba a suertes el sacrificio de uno de ellos,  y hacía cargar al animal con las culpas del pueblo. Luego, se conducía al animal a los confines del pueblo  y allí se le abandonaba a su suerte.

Existe también otra expresión que viene a significar algo parecido a la anterior, y es la de "cabeza de turco". En ambos casos, se trata de personas, o grupos,  a los que se suele hacer blanco de inculpaciones por cualquier motivo o pretexto.

La expresión de "cabeza de turco" viene de los tiempos de las cruzadas en los que  surgió un tremendo odio hacia los turcos que habían conquistado Constantinopla. El papa hacía contínuos llamamientos para que fueran combatidos y eran culpados de todos los males, incluso catástrofes naturales, enfermedades, accidentes, etc. Para muchos cristianos suponía una liberación cortarles la cabeza, en batallas o juicios en los que siempre eran declarados culpables por algún delito.

Hoy en día se utilizan para describir la situación de un inocente relativamente forzado a asumir una responsabilidad de algo de lo que no es culpable. Desgraciadamente, no se le permite escapar al bosque, sino que haciendo gala de la humanidad del ser humano, es blanco de comentarios hirientes,  ridículos o incluso vejaciones. Menos mal que no se le corta la cabeza !.

La pregunta sería: ¿Qué función cumplen los "chivos expiatorios" o " cabeza de turco" en el momento actual?

 

Parece que está bastante evidenciado en la investigación que el desplazamiento de las propias frustraciones y malestar sobre otros, es una tendencia humana. Sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos y ver como nos comportamos en un mal día, acabamos descargando nuestra frustración sobre, tal vez, el más inocente.

A pesar de que si pueda ser una tendencia natural del ser humano, lo que si está fuera de toda duda es que hay muchas diferencias en la forma en que cada uno canaliza su frustración, mal estar, stress, etc.La diferencia básica está en el autocontrol que cada uno podemos realizar sobre nuestros actos y la capacidad de asumir nuestras propias responsabilidades.

Esto a un nivel más personal e individual,  ya es cierto por otro lado, que en determinados contextos y entornos no interesa en absoluto asumir responsabilidades, al contrario, lo que interesa en encontrar culpables sobre los que poner la diana, con lo que al mismo tiempo se desvia la atención sobre otros aspectos que no interesa abordar,  tratar, analizar, mostrar en un determinado momento.

Los que sois padres sabreis lo hábiles que son los niños en buscar dianas sobre los que cargar la culpa de algo que ellos han hecho, o en desviar la atención para que no nos demos cuenta de algunas de sus hazañas,  evidentemente ellos lo hacen desde la inocencia, pero está claro que es un mecanismo básico que desde muy temprano está presente. 

Lo fundamental es saber establecer la línea divisoria entre algo que suponga consecuencias para un tercero o no.

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