El Efecto Bandwagon es aquel que lleva a que las personas hagan algo porque creen que muchas otras lo van a hacer; por ejemplo, en política, votar al partido o candidatos que se dan como ganadores.
El efecto Bandwagon se refiere al hecho de que muchas personas hacen o creen cosas por el hecho de que otras muchas hacen o creen esas mismas cosas. Se refiere a la asunción de ciertos patrones desarrollados por la multitud sin detenerse a examinar o valorar su pertinencia o su relación con nuestras necesidades e intereses.
Se basa en el hecho de que la probabilidad de que alguien adopte un determinado comportamiento, aumenta con la proporción de quienes ya lo han hecho. El Efecto Bandwagon se centra en los números, mientras más personas asuman un comportamiento o una creencia, existirán mayores probabilidades de que otras personas se sumen al mismo "carro".
Literalmente el término Bandwagon hace referencia a un carro que lleva a una banda en un desfile, circo u otro espectáculo. La frase "salta en el bandwagon" fue usada por primera vez en la política Americana,1848, donde se usó un bradwagon en la campaña política de Zachary Tailor para llamar la atención al usar la música como recurso. La campaña fue un éxito y otros políticos se esforzaron en subir en el brandwagon, para asociarse con el éxito. De ahí también lo de "subirse al carro".
Afortunadamente este comportamiento tiene una vida limitada, normalmente alcanza hasta que las personas se percatan de la disonancia con su propio estilo de vida o porque no se cumplen sus expectativas.
En psicología hay muchos ejemplos de como este fenómeno se ilustra. Uno de ellos es el caso de las modas. Cuando una determinada moda empieza a extenderse de manera masiva, incrementa de forma considerable la probabilidad de que otros la incorporen, simplemente por el hecho de que hay muchos que ya lo hacen. Hay multitud de ejemplos que todos podéis reconocer de como una determinada indumentaria con la que no nos sentíamos a priori muy identificados, al final acabamos incorporándola, ya que una infinidad de personas la usan: los pantalones pitillo, los pantalones de campana, las plataformas, los gorros, corbatas anchas, estrechas, nudos grandes, pequeños, etc.
En política también se hace uso de este fenómeno, y en las campañas electorales se maneja mucho cuando se busca posicionarse bien en las encuestas, para aparecer como potenciales ganadores y que muchos electores acaben sumandose al "carro". Aunque frente al efecto bandwagon, que sostiene que es preferible que las encuestas te den vencedor porque al elector le gusta sumarse al carro de la mayoría, está también el efecto underdog que advierte de que mucha gente se solidariza con el más débil y apoya la apuesta a priori perdedora.
El efecto bandwagon se tiene muy en cuenta en las compañas de publicidad y marketing. Muchas campañas se centran en hacer ver que determinado grupo de personas (target) disfruta con el producto que se intenta promover (ya sea una idea, un comportamiento o un objeto), para incrementar la probabilidad de adhesión de otros.
Se han argumentado varias razones del porqué de este fenómeno, seguramente todas se entremezclen para ofrecer una explicación causal completa:
Sea cual sea la razón final, el hecho es que si otros lo hacen, hay una gran probabilidad de que otros muchos lo hagan, con independencia de las razones que existan para ello.
Seguro que se os ocurren otras muchas aplicaciones del efecto de "subirse al carro", en el día a día.