¿Hago lo que quiero porque tengo auto-confianza o tengo auto-confianza porque hago lo que quiero?
- Hazlo.
- Vale, pero porque confío en ti. Porque yo no le veo mucho sentido.
- Entonces no lo hagas.
- Lo que quiero decir es que vale, que lo hago, pero que no veo cómo el hacerlo me puede ayudar a tener más auto-confianza. Pero yo confío en ti y me dejaré guiar.
- Gracias, pero mi auto-confianza está bien. Es la tuya la que está en juego. Si lo haces confiando en mi estarás apoyándote en "mi auto-confianza" no en la tuya.
- Pero tú sabes más y si dices que va a salir bien, me fío.
- Pues no quiero que confíes en mí. No tengo una bolita con la que ver el futuro. No sé que puede pasar. No sé si funcionará o no. Yo confío en mí y por eso te digo que lo hagas. Pero para tu hacerlo tienes que confiar en ti, no en mi.
- Claro, pero es que yo no tengo auto-confianza. Si la tuviera lo haría.
- Bueno, yo creo que si lo hicieras la tendrías. Justo al revés.
- Hombre, es muy fácil así, en la teoría. Pero cuando llega el momento me parece imposible.
- Vale, pues esperemos sentados hasta que quieras dar el paso para tener auto-confianza.
- ¡Joer! Otra vez. Es que necesito auto-confianza para dar el paso.
- Es que solo vas a conseguir la auto-confianza dando el paso. Porque en realidad es lo mismo. Tú sabes lo que quieres hacer, pero no te atreves. No confías en ti. Bien. Aún así, hazlo. Piensa: "Yo, decido a hacerlo. Es mi decisión. No sé que ocurrirá, pero quiero hacerlo y voy a tomar la decisión de hacerlo. Esta decisión será mía y la tomo solo en base a mi".
- ¿Y si lo hago y sale mal? Me voy a sentir fatal.
- Pues tiras de autoestima.
- ¡Vaya! Eso si que es bueno. Mi autoestima está por los suelos.
- Bueno, así practicas para levantarla.
- ¡Pero qué dices! Como no salga bien me voy a sentir fatal.
- A ver, el problema que tienes es que no te atreves a hacerlo, porque no confías en ti. En el momento que lo hagas, ya habrás alcanzado el éxito. Independientemente de lo que ocurra. Porque las personas que tienen auto-confianza no tienen garantía del éxito de sus acciones. Simplemente confían en su decisión y la toman. No siempre las cosas salen bien. Pero la decisión la han tomado ellos y son consecuentes con ella. Así que hazlo. Si quieres tener auto-confianza, busca situaciones en las que quieras hacer algo concreto y hazlas.
- No sé.
- Yo no te puedo ayudar más.
- Ya me ayudas mucho.
- Si, pero en este punto ya he llegado hasta donde te puedo acompañar. Ahora es el momento en que tienes que caminar en solitario. Solo contigo. Mi última palabra solamente puede ser: hazlo!