No es lo mismo trabajadores satisfechos que trabajadores comprometidos, la búsqueda de la satisfacción no implica el compromiso.
Con un resultado de satisfacción alto, demostrado por la encuesta de clima sociolaboral, y unos índices de rotación muy bajos ¿es posible un escaso nivel de compromiso entre los trabajadores?, la respuesta es indudablemente SI.
Un trabajador insatisfecho jamás podrá generar satisfacción en un cliente; muy posiblemente su comportamiento se traduzca en un trato poco adecuado y/o en la transmisión indirecta o directa de su propia insatisfacción.
Por esto, entre otros motivos, en todas las organizaciones estamos en la permanente búsqueda de la satisfacción de nuestros trabajadores. Con ese objetivo, desde RR.HH se trabaja para conseguir la máxima motivación de las personas, y ligado a ello, pero en otro orden, el compromiso. Las personas motivadas en términos generales llegan a estar más comprometidas con sus organizaciones.
No cabe la menor duda de que es fundamental para cualquier organización tener satisfechos a sus empleados, no podemos olvidar que, para que las empresas funcionen adecuadamente, es clave el compromiso y la responsabilidad de quienes las integran. Las personas motivadas y comprometidas transmiten eso al servicio o producto que ofrecen.
Aunque, no es lo mismo disponer de una plantilla de trabajadores satisfechos que de trabajadores comprometidos. Un empleado comprometido es un profesional que entiende el proyecto de empresa, lo comparte y trabaja para llevarlo a cabo. La principal característica del compromiso es por tanto el alineamiento de intereses entre la empresa y el empleado. A mayor alineamiento de intereses, mayor compromiso.
La medida de ese compromiso requiere de metodologías más complejas que la propia medida de la satisfacción que llevamos a cabo mediante encuestas, más o menos acertadas sobre clima socio-laboral, ya que exige un alineamiento entre los intereses de la compañía y los intereses de los empleados.
No se trata el "Compromiso" de una habilidad o destreza personal, innata o a adquirir, sino, más bien, de un sentimiento a cultivar o desarrollar. Para Daniel Goleman: "La esencia del compromiso consiste en sintonizar nuestros objetivos con las metas de la organización, generando así un compromiso fuertemente emocional...".
Quienes interiorizan las metas de una organización están dispuestos a realizar "sacrificios personales" cuando es necesario. Un empleado comprometido es un profesional que entiende el proyecto de empresa, lo comparte y trabaja para llevarlo a cabo. A mayor alineamiento de intereses, mayor compromiso. Gran parte de las acciones que se lanzan desde RRHH buscan alcanzar el compromiso de su gente.
Existen una serie aspectos que pueden ayudar al compromiso, entre ellos tal vez el más valorado por los trabajadores es la posibilidad de contar con una comunicación fluida y regular que permita exponer, compartir o incluso discutir su opiniones con sus superiores inmediatos. También está el establecimiento de acuerdos sobre compensaciones y beneficios, oportunidades de desarrollo, formación, reconocimientos, etc.
"Buscando el compromiso a la larga alcanzaremos la satisfacción, pero buscando sólo la satisfacción no alcanzaremos el compromiso".