Los estudios desde la psicología propioceptiva indica que si realizamos comportamientos asociados a determinadas emociones acabaremos experimentando dicha emoción.
Cuando estamos tristes lloramos, cuando estamos alegres reímos, este parece ser el orden natural de las cosas, sin embargo las investigaciones desarrolladas desde la psicología propioceptiva (la propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos), indica que puede existir otro orden.
La psicología propioceptiva señala que si nos comportarnos de determinada manera, es posible generar las emociones en consonancia con ese comportamiento. O sea, que también es posible primero reír, y luego sentirnos felices!!
Existe un estudio clásico en el que a un grupo de personas se les pidió que realizasen una tarea que consistía en sumar una lista de números. A un grupo se le pidió que contrajesen el músculo superciliar, o lo que es lo mismo, que frunciesen el ceño mientras realizaban la tarea y al otro que expandiese el músculo cigomático o lo que es lo mismo, que sonriesen.
Los investigadores se quedaron bastante sorprendidos cuando comprobaron que al valorar la dificultad de la tarea, los del grupo que habían sonreido percibían la tarea como más sencilla que el grupo que frunció el ceño.
En otro curioso experimento en la misma línea, se pedía a dos grupos de personas que valoran cuanto de atractivos les parecían una serie de objetos que se movían en una pantalla de ordenador. Unos objetos se desplazaban verticalmente, lo que obligaba a los observadores a hacer un gesto de afirmación, y los otros objetos se desplazaban horizontalmente lo que obligaba a los sujetos a hacer un gesto negativo. Los investigadores encontraron que los objetos mejor valorados eran aquellos que se desplazaban verticalmente y que obligaban a un gesto afirmativo.
Esto que así contado puede parece un hecho curioso únicamente, tiene una gran aplicabilidad en la psicología, ya que plantea que si llevamos a cabo comportamientos asociados a determinados sentimientos, acabaremos generando dicho sentimiento. Si afrontamos una tarea con una sonrisa, es posible que nos parezca más sencilla, la hagamos más a gusto, la terminemos antes y nos sintamos mejor. Tal vez así contado pueda parecer hasta ridículo, pero mi pregunta es, si no lo hacemos con una sonrisa y lo hacemos con el ceño fruncido, ¿acaso no estamos hablando de lo mismo, pero en sentido negativo?
Si cuando nos sentimos felices reímos, ¿porque no reír para sentirnos felices?, ya que según las investigaciones acabamos experimentando la emoción asociada al comportamiento.
En definitiva, como ya hemos comentado en otro post, para ser felíz compórtate como una persona feliz.