Probablemente esto no vaya a ser un problema para la mayoría, pero todos deberíamos conocer en profundidad cuáles son los derechos que otorgamos a las empresas que nos ofrecen servicios de almacenamiento en la nube.
Con la reciente llegada de Drive, servicio de almacenamiento online de Google, se ha reabierto un antiguo debate. Más delicado si cabe en este caso ya que Google aplica los términos estándar en su política de privacidad y cesión de derechos, estos son especialmente graves en el contexto de almacenamiento en la nube. Existen múltiples servicios con funcionalidades parecidas, por no decir idénticas. A continuación haremos un pequeño repaso de las cesiones que estamos realizando a la hora de subscribirnos a los más populares.
En las condiciones del servicio se afirma que usted conservará la plena propiedad de sus contenidos. Se asegura que no se reclamará la titularidad sobre ninguno de los mismos que se haya depositado en sus servidores. Matiza, en último término, que se cede a la empresa los derechos limitados necesarios para la prestación del servicio. Es decir, su acceso, puesto que los archivos estarán alojados en sus servidores.
A excepción del material que Microsoft otorga licencia, sobre el cual seguirá teniendo los mismos derechos con los que se otorgó la licencia, Microsoft no reclama la propiedad del contenido que se aloje en su servicio. No se controlará, verificará, ni aprobará el contenido que se aloje en su servicio. Su contenido sigue siendo su contenido.
Apple nos regala el siguiente acuerdo, para poder usar su servicio: a excepción del material para el que le concedemos licencia, Apple no reclama la propiedad de los materiales y/o del Contenido que envíe o ponga a disposición a través del Servicio. No obstante, si envía o publica dicho Contenido en áreas del Servicio accesibles al público u otros usuarios con quienes acuerden compartir dicho Contenido, usted concede a Apple una licencia de uso mundial, libre de regalías y no exclusiva para usar, distribuir, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, comunicar públicamente y exhibir públicamente dicho Contenido a través del Servicio exclusivamente con el fin para el que se envió o se puso a disposición el Contenido, sin que Apple no le remunere o sea obligado a usted.
La guinda con la que coronan su tarta es que usted acepta que su Cuenta es intransferible y que cualquier derecho sobre su ID Apple o sobre el Contenido de su Cuenta termina con su muerte. Si se recibe una copia de su certificado de defunción, su cuenta se cancelará y se eliminará todo su Contenido.
Google comienza afirmando lo siguiente: "Usted retiene la propiedad de los derechos de propiedad intelectual que usted tiene sobre ese contenido". En resumen, lo que le pertenece a usted se mantiene suyo. Pero a continuación se matiza, cuando se carga su contenido en sus servidores, estará concediendo a Google una licencia mundial para utilizar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear trabajos derivados (tales como los provenientes de traducciones, adaptaciones o cambios relativos a mejoras en nuestros servicios), comunicar, publicar, ejecutar públicamente, mostrar públicamente y distribuir dicho contenido.
Resumiendo, mucho cuidado con lo que subimos a la nube, mucho más con lo que compartimos a través de la misma. Si algo es realmente importante/valioso quizás sería buena idea guardarlo en otro sitio.