El motivator y otras estrategias para encontrar la motivación

Se acerca el verano por lo que muchos han comenzado la operación bikini. Esto implica poner en marcha todo tipo de estrategias para luchar contra hábitos de lo más asentados que pueden llegar, incluso, a definirse en algunos casos como auténticas adicciones (seguro que más de uno tiene catalogado el chocolate casi como droga dura).

El caso es que un cambio de este tipo requiere de la puesta en marcha de estrategias de lo más variopintas para cambiar conductas. Es curioso que pocos objetivos en la vida hacen que las personas pongan en juego tanta creatividad a la hora de buscar sistemas de motivación como una dieta. Seguro que más de un jefe estaría encantado de que sus colaboradores se mostraran tan implicados en la búsqueda de sistemas motivacionales para incrementar su rendimiento laboral. Pero la motivación es lo que tiene: es personal e intransferible.

Hace poco, en un programa de radio, los oyentes llamaban para comentar qué sistemas tenían para seguir con la dieta cuando el hambre o la gula aprieta. El listado era infinito y la imaginación y creatividad que implicaban muchos de ellos, también: colocar un juguete en forma de cerdo en la nevera, colgar la foto del socorrista "buenorro" del lugar de veraneo...

Hasta tal punto llega la inspiración para ayudar al que se pone a dieta que se han creado multitud de aplicaciones específicas para los móviles que controlan las calorías consumidas, el ejercicio realizado...

Parece que, en mayor o menor medida, todos necesitamos un empujoncito de vez en cuando para conseguir nuestra metas. Y una aplicación en el móvil es un sistema tan válido como ayuda como cualquier otra cosa. Lo que está claro es que estas aplicaciones son de lo más curiosas.

Una de las que más me llamó la atención fue el "Motivator". Se trata una aplicación (¡creada en España!) que te envía mensajes y grandes discursos acompañados de música para ayudarte a superar los momentos de "bajón" (para cuando te cuesta levantarte un lunes, cuando has ganado unos kilos de más, cuando no encuentras las fuerzas para ir al gimnasio...).

Lo que está claro es que a la hora de hablar de motivación hay que tener en cuenta dos aspectos: la motivación que se tiene por conseguir el objetivo final y las estrategias que se buscan para lograr ese objetivo. Estas últimas dependen, en el fondo, del primero. Parece de Perogrullo, pero es la clave para conseguir el éxito.

Muchas veces escucho a personas diciendo, por ejemplo, que no consiguen dejar de fumar o hacer deporte. Que lo han intentado todo, pero que no funciona. La realidad es que si analizamos esos intentos, seguro que vemos que muchas de las estrategias utilizadas no son las correctas y, en múltiples ocasiones, el motivo es que realmente, el objetivo final no nos motiva como creemos. Porque cuando estamos realmente motivados, la creatividad se dispara y con ella, los trucos y triquiñuelas empleados para conseguir lo que buscamos.

Así que cuando queramos conseguir algo, lo primero que debemos analizar es si realmente estamos motivados, y si es así, poner en marcha nuestra imaginación para ver qué sistemas pueden ayudarnos más conseguir nuestro objetivo. Si realmente no estamos motivados, desplegar mil y una estrategias, sólo va a conseguir que nos sintamos frustrados. Así que debemos empezar por ahí. Luego, quizás, encontremos en el mercado aplicaciones que nos ayuden a lograr el éxito. ¡Siempre puedes poner un MOTIVATOR en tu vida!