Un equipo de "alto rendimiento" nada tiene que ver con un equipo o grupo de trabajo. Es aquel que ha alcanzado los objetivos propuestos de manera excelente en términos de eficacia y de eficiencia.
Hace unos días me enviaban por mail un documento relacionado con equipos de alto rendimiento. Algunos de los aspectos que recogía me han parecido interesantes para el análisis y la comprensión de lo que supone un equipo de estas características.
La primera matización es que los equipos de alto rendimiento nada tienen que ver con los equipos de trabajo o grupos de trabajo. Se entiende por equipo de alto rendimiento al conjunto de personas que trabajan juntas y consiguen ser más creativos, productivos y capaces de resolver más eficazmente los problemas. El resultado final que consiguen no es la suma de las aportaciones de cada uno, sino que es mucho más global. Un EAR es aquel equipo que ha alcanzado los objetivos propuestos de manera excelente en términos de eficacia y de eficiencia.
Los equipos de alto rendimiento se caracterizan por generar una sinergia positiva a través del esfuerzo coordinado y autónomo de todos sus miembros, mientras que un grupo de trabajo se limita a desarrollar acciones para lograr determinados objetivos.
Hay una serie de características que definen de forma especial a los equipos de alto rendimiento:
Tener un objetivo común: es fundamental tener un objetivo común que permita aunar todos los esfuerzos posibles para alcanzar una meta. Este objetivo debe ser conocido y compartido por todos, y debe estar centrado en la tarea.
Capacidad y confianza. Los miembros del equipo tienen que confiar tanto en ellos mismos como en los demás. Debe haber un respeto mutuo que permita compartir las responsabilidades para tomar iniciativas a partir del conociendo de las capacidades y limitaciones de los otros. Este es un aspecto clave para evitar conflictos de relación. Trabajar desde la confianza en todos los integrantes maximiza la puesta en marcha de todo el potencial de los integrantes del equipo.
Relación y comunicación: dentro del grupo debe haber una comunicación abierta. Si los miembros no sienten la libertad de expresión sin temor, muchas de sus capacidades se perderán ya que habrá una inhibición de acciones, decisiones y aportaciones. Se debe generar un clima de relación positiva que permita una comunicación permanente basada en la escucha activa por parte de todos.
Flexibilidad: que permite a los miembros asumir diferentes roles para dar respuestas a las demandas del entorno. La flexibilidad de los miembros del equipo facilita su adaptación a los cambios posibilitando la consecución de objetivos aún cuando las circunstancias cambien. Esta capacidad de adaptación y ajuste resultan clave en este tipo de equipos.
Consecución de resultados óptimos: esta es la esencia de los grupos de alto rendimiento. El grupo debe demostrar sus resultados en la consecución de los objetivos planteados de manera eficaz y eficiente.
Reconocimiento: los grupos de alto rendimiento deben trabajar con el máximo nivel de motivación e implicación de todos sus miembros. Para ello resulta fundamental trabajar en el reconocimiento de las aportaciones y valor de cada miembro. Este reconocimiento a las acciones de cada integrante debe ser continuo y mutuo.
Orgullo de pertenencia: Pertenecer a un equipo de alto rendimiento supone un gran orgullo para sus miembros. Fomentar y desarrollar este sentimiento de forma activa incide directamente en la seguridad con la que los miembros afrontan las tareas y retos encomendados y consecuentemente en lo logros obtenidos.
Capacidad de innovación: este tipo de equipos trabajan rompiendo paradigmas y utilizando nuevas metodologías o formas de abordar tareas y resolver problemas. En este punto radica su máxima eficiencia.
Autonomía: este tipo de equipos funcionan de manera bastante autónoma, es por ello que la sintonía y equilibrio entre sus miembros resulta tan fundamental.
Para la creación de un equipo de alto rendimiento es fundamental seleccionar a sus miembros de acuerdo a una alta capacitación técnica, tener en cuenta el encaje emocional de unos miembros con otros y que las tareas a desarrollar resulten altamente retadoras y motivantes. Es muy importante para el éxito de este tipo de equipos el equilibrio entre estos tres elementos.
Otro aspecto de trabajo fundamental con equipos de alto rendimiento es que el líder conozca muy bien a sus integrantes identificando fortalezas, potencialidades, intereses, motivaciones y limitaciones para compensar y complementar el talento entre sus miembros.
Si trabajar en equipo ya resulta difícil, desarrollar equipos de alto rendimiento resulta una tarea bastante retadora para la mayor parte de las organizaciones. Lo que está claro es que con la que está cayendo estoy segura que a muchas empresas nos gustaría contar con equipos con estas características.