Entre el estímulo y la respuesta está nuestra capacidad de elegir y decidir.
Ni que decir tiene que uno de los hábitos más altamente efectivos en cualquier ámbito de la vida es el de la proactividad.
La proactividad es una de las competencias que está más de moda en la actualidad. Es una de las cualidades más valoradas en las empresas y que impacta directamente en la calidad y hasta en la cantidad del trabajo realizado. Sin embargo, es un bien escaso.
La proactividad no sólo se asocia a iniciativa, sino también a la propia asunción de la responsabilidad de hacer que las cosas funcionen, que los trabajos salgan, que su cumplan los plazos establecidos, los estándares de calidad, etc.
Las personas proactivas reconocen y aceptan su responsabilidad en lo que son sus áreas de competencia. No justifican sus acciones o comportamientos como consecuencia de las circunstancias o condiciones externas.
Asumen que su comportamiento en fruto de su decisión, de su elección y no está controlado por los acontecimientos.
Frente a la proactividad está la reactividad. Las personas reactivas actúan conforme se produzcan los acontecimientos, viéndose afectadas por su entorno de manera constante.
Si el tiempo es bueno se sienten bien, si no lo es, les afecta a sus comportamientos y actitudes. También les afectan los entornos sociales. Si los demás les prestan atención, les valoran, les reconocen se sienten bien, si no es así, se siente mal. Las personas reactivas son muy lábiles emocionalmente, estando a expensas de las conductas y comportamientos de los demás.
Las personas reactivas se ven influencias por sentimientos, circunstancias, ambientes, etc, las personas proactivas, se mueven por principios personales y valores propios. En general las personas reactivas esperan a que las cosas sucedan o a que alguien se haga cargo de ellas. Las personas proactivas buscan ser soluciones a los problemas, las reactivas en muchas ocasiones son ellas mismas los problemas.
La proactividad se basa en la idea de que es uno mismo quien tiene la responsabilidad de actuar, las personas reactivas buscan responsables externos de manera continua. Unas arrastran y las otras se dejan arrastrar. Unas desgastan y las otras aportan.
Tal y como están las cosas en las organizaciones en estos momentos mas que nunca la apuesta por el tipo de perfil que necesitan conservar o incorporar, es obvio cual es.