Los griegos ya sabían que no aprendemos repitiendo de memora, sino HACIENDO cuando nos EMOCIONAMOS.
Los expertos hablan de una educación anacrónica en la que siguen siendo las matemáticas, lengua o ciencias las asignaturas claves, y en la que siguen siendo las disciplinas relacionadas con la creatividad, expresión artística y emocional o relacional asignaturas secundárias, a pesar de que la comunidad científica ha constatado que ese tipo de competencias resultan claves para responder a las demandas de un mundo exigente y cambiante.
Os adjunto un vídeo que me ha parecido que hace un análisis muy interesante de los sistemas educativos en el sentido del desarrollo competencial y de habilidades con el que se trabaja en las escuelas y que puede proyectarse a la formación en el área de recursos humanos.
Para las empresas grandes, pequeñas o medianas, cada día más, resulta clave contar con profesionales con una gran inteligencia emocional, con capacidad de relación y gestión de las relaciones personales, con capacidad de motivación y automotivación, personas creativas e ingeniosas que sepan resolver problemas, adaptarse a los cambios, buscar alternativas, etc, todas ellas competencias vitales pero que todavía no han conseguido posicionarse a la par que las matemáticas, la lengua o las ciencias en los sistemas educativos.
El vídeo es un poco largo, y aunque está enfocado al análisis de los sistemas educativos, resulta interesante vislumbrar que si la educación en la escuela estuvieran más adaptada a las necesidades que los alumnos tendrán en su futuro profesional, muchas de las dificultades por las que luego pasarán en sus vidas y profesiones, se podrían evitar, amén de los gastos en formación de competencias emocionales que las empresas invertirán en ellos en el futuro.
Os extracto algunos de los comentarios que creo tienen más potencial del vídeo: