Los avances tecnológicos nos facilitan aspectos de nuestro trabajo y vida cotidiana, ¿pero pueden tener algún efecto negativo en nosotros?
Es evidente que, en mayor o menor medida, todos los cambios y avances tecnológicos provocan a su vez cambios dentro las sociedades, en los comportamientos de sus individuos, en sus maneras de comunicarse, normas y hábitos sociales, etc.
Los avances producidos dentro del campo de las telecomunicaciones no podían ser menos.
Si echamos la vista atrás, todos aquellos que sobrepasemos los 30 años, podemos recordar como cuando éramos pequeños también teníamos vida social. Si por ejemplo íbamos a quedar un domingo por la tarde con nuestros amigos del colegio, el viernes lo hablábamos, decidíamos una hora y un lugar para vernos y allí puntualmente estábamos todos el siguiente domingo.
Si alguien tenía algún problema para llegar, ya podía correr para llegar a tiempo, las otras opciones eran haber avisado a alguno de los amigos por el teléfono -en esos tiempos no hacía falta especificar que se trataba del teléfono fijo, porque no había otro- o si el amigo no estaba en casa en ese momento la otra opción era dejar el "recado" en casa de alguno de esos amigos confiando en que su familia le pudiese avisar a tiempo.
Si hoy deseásemos montar un plan similar, podríamos utilizar también el teléfono fijo, cada vez más en desuso, pero seguramente nos decantaríamos por un email, sms, un whatsapp o incluso un evento creado facebook.
Las opciones de comunicación a distancia han aumentado muchísimo y están cada día al alcance de más personas, pero ¿qué ocurre cuando no son las herramientas las que están al servicio de las personas sino que son las personas las que viven esclavizadas por ellas?
Dos personas comiendo o tomando un café que no hablan entre ellas, cada uno está jugueteando con su teléfono móvil de última generación.
Una persona, sentada en la oscuridad de una sala de cine, cada 10 minutos (si no menos) enciende una pequeña lucecita: es su teléfono móvil.
¿Os resultan familiares estás escenas? Algunos expertos como el Doctor Larry Rosen, autor del libro iDisorder, han empezado a catalogar estos problemas relacionados con un uso excesivo de la tecnología. Veamos algunos de ellos:
Puede que alguno de estos problemas derive de lo rápido que hemos tenido que adaptarnos a tantos cambios en tan poco tiempo. Según algunos expertos en medicina, algunas de estas situaciones que sufrimos pueden revelar que el proceso de adaptación aún no ha terminado.
¿Será posible llevar a cabo rápido esta adaptación o gracias al rápido avance de la tecnología nos veremos rápidamente en medio de otro nuevo proceso de cambios en nuestras costumbres?