Se denomina trauma psíquico o trauma psicológico tanto a un evento que amenaza profundamente el bienestar o la vida de un individuo, como a la consecuencia de ese evento en el aparato o estructura mental o vida emocional del mismo.
Es altamente probable que la respuesta a la pegunta que da título a este post sea: sí. Son numerosas las causas de trauma y aunque algunas parecen evidentes, otras no lo son tanto y nos pasan casi desapercibidas en la historia de nuestras vidas. Recientes investigaciones demuestran que las personas que han pasado por algún trauma severo soportan importantes síntomas a lo largo de toda su vida que parecen no tener relación alguna con dicho trauma.
Entre las causas de traumas más evidentes se incluyen:
Existen otras causas menos evidentes se incluyen:
Leyendo ambas listas es fácil darse cuenta de lo altamente probable que es que una persona desarrolle algún tipo de trauma, incluso habiendo vivido unas circunstancias favorables y nacido en el seno de una familia amorosa. Lo mismo que para alguien es traumático para otra persona supone un estrés gestionable.
La mejor forma de comprobar si puedes tener algún trauma no resuelto es escuchar a tu cuerpo. Vuelve a leer la lista y fíjate en las sensaciones que aparecen en tu cuerpo en cada uno de los puntos. ¿Qué has sentido al leer la lista de sucesos o situaciones causantes de trauma?. Es habitual sentir en los ítems que reflejan un trauma no resuelto alguna reacción inmediata en el estómago, como un pequeño pellizco o aceleramiento del ritmo cardiaco, ligeros mareos etc. Cualquier reacción que hayas tenido puede ser la pista de que existe un trauma, esa respuesta fisiológica guarda relación con la energía que experimentaste con el sucedo original, que resultó desbordante y abrumador. Cuando nos sentimos amenazados nuestro cuerpo genera instintivamente mucha energía para ayudarnos a defendernos de la amenaza. Peter A. Levine ha desarrollado un sencillo método que utiliza esa misma energía para sanar el trauma. Y lo presenta de forma clara y sencilla en su libro de autoayuda "Sanar el trauma".
Cuando tenemos un trauma que no hemos sanado nuestro cuerpo nos envía mensajes, nos informan de que algo no está bien y exige nuestra atención. Si no respondemos a estos mensajes, con el tiempo evolucionan para producir los síntomas del trauma y algunos de estos síntomas pueden acompañarnos el resto de la vida si no hacemos algo, por ejemplo, pedir ayuda a un profesional.